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Para evitar la falsificación de información, una nueva plataforma digital permitirá que los alumnos, desde la primaria hasta la universidad, tengan un número de identificación. Las escuelas actualizarán los datos de sus alumnos, del personal docente y no docente, de las infraestructuras y de las instalaciones, incluidas las de educación física y deportes, a través de sus cuentas de usuario en línea del EMIS. El nuevo sistema pretende eliminar a los trabajadores fantasmas y mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en todo el país.

La Universidad de Energía y Recursos Naturales de Ghana y la Universidad de Ruanda han sido las únicas universidades proporcionando informes que incluyen información como la estructura de la universidad, número y calificaciones de personal académico y auxiliar, número total de matrículas, y número de graduados. Estos informes son un ejemplo a seguir por las universidades y un medio para fomentar la transparencia, la integridad y la rendición de cuentas, entre los profesores, personal, estudiantes y comunidades.

Este vídeo realizado por el IIPE-UNESCO pretende demostrar el poder de los datos abiertos en educación ¿Cómo pueden los agentes educativos fomentar la integridad y la transparencia en el sector educativo? Los datos abiertos escolares son una forma poderosa de integrar a toda la comunidad educativa: comparten con el público información sobre el financiamiento escolar, el número de alumnos y profesores, el equipamiento escolar, los libros de texto, y los resultados de exámenes.

Un estudio reciente demuestra que nepotismo, empleados materialistas, y una falta de recursos, son algunos de los retos que obstaculizan el fomento de una cultura de integridad en las universidades jordanas. Los profesores pudieran jugar un papel importante abordando estos problemas, impartiendo cursos para promover la transparencia, la justicia, la rendición de cuentas y la igualdad entre los individuos de la sociedad. La Comisión de Anticorrupción lanzó iniciativas en 2019 para alentar a las alianzas entre la familia y la comunidad para mejorar el proceso educativo.

Las universidades australianas planean monitorear a los estudiantes a través de un software como Proctorio o ProctorU, mientras realizan los exámenes desde sus casas debido a la pandemia del coronavirus. Ambas plataformas requieren que los estudiantes concedan el acceso a la cámara web, micrófono y a las teclas, para evitar la trampa. Los estudiantes y académicos están preocupados por la falta de transparencia total donde se almacenarán los datos, quien los podrá acceder, y si cumplirán con las normas australianas vigentes.