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El informe del equipo ministerial de trabajo de la educación básica acerca del escándalo de “los puestos de trabajo por dinero”, concluyó que la corrupción es endémica en el sistema educativo y que el primer paso es ponerle fin al despliegue del personal. El reporte que algunos miembros del Sindicato de Maestros Democráticos de Sur Africa (Sadtu) han vendido puestos de trabajo por dinero, también ha creado problemas dentro del proceso de nombramientos en el sector.

Honduras invierte grandes sumas en la educación, pero los poderosos sindicatos de profesores y los nombramientos políticos minan las reformas en un sector vulnerable a la corrupción y que carece de supervisión de la sociedad civil. En el país hay unos 50.000 profesores; entre 2.500 y 2.600 tienen problemas pendientes en relación con sus puestos (tales como pagos irregulares por permisos o ausencias injustificadas mientras siguen en la planilla). Para que los planes de descentralización en curso  tengan un impacto positivo sobre los servicios de educación es necesario mejorar las competencias de los auditores locales, dar más participación a los padres de familia y los sindicatos deben adoptar códigos de conducta.