Foro del IIPE sobre Políticas de Planificación de la Integridad en la Educación Superior
De todo el mundo para debatir las últimas iniciativas innovadoras dirigidas a mejorar la transparencia y reducir los casos de fraude o corrupción en las universidades.
“Planificar la integridad como parte de la educación superior bien puede convertirse en un requisito para un cada vez mayor número de países y universidades en años venideros”, señaló Muriel Poisson, Responsable del Equipo de Investigación y Desarrollo del IIPE, durante sus comentarios introductorios.
Varios factores apuntan en este sentido, en concreto el que a los donantes de fondos se preocupan cada vez más de que sus escasos recursos se usen de manera apropiada, la necesidad de proteger la reputación de las instituciones de educación superior y la confianza en los diplomas que expiden, y por último el que funcionarios públicos e instituciones se vean obligados a defenderse contra las acusaciones de fraude y corrupción.
Riesgos y costes
Africanas, señalaba otro problema:
En muchas universidades públicas de África, el rector aún es nombrado por el presidente del estado (o el ministro) y, aunque él/ella juegue un papel esencialmente de carácter protocolario, el rector tiene la importante responsabilidad de designar, o al menos de aprobar la designación, de puestos claves de gobierno, tales como el de presidente del consejo o el de vicerrector, lo cual puede dar pie a interferencias de carácter político. Si bien un nombramiento político no necesariamente lleva a una interferencia de forma directa, siempre crea un área de influencia y por lo tanto debe ser evitado.
La planificación de la Integridad en la educación superior
- rankings de los niveles de integridad en universidades (Rumanía y Colombia);- el desarrollo de un marco político integral para luchar contra el plagio (Reino Unido);
- organismos de financiación para la investigación que incluyen medidas anticorrupción entre sus atribuciones (Canadá);
- periodistas que hacen uso de medios de comunicación sociales para hacer un seguimiento del fraude en épocas de exámenes finales (Kosovo);
- y organizaciones estudiantiles que verifican la gestión financiera de las universidades (Perú y las Filipinas).
La autonomía de las universidades y la descentralización de los fondos, considerados grandes logros políticos después de 1989, también han generado efectos no deseados. Cuando se les otorgó autonomía a las universidades sin asegurar que se establecía un mecanismo de rendición de cuentas esto solo alimentó el particularismo. La dificultad de las medidas políticas en pro de la integridad estriba en que a las partes interesadas no se les proporcionan suficientes incentivos para que mejoren […]. Con frecuencia los estudiantes buscan el certificado del grado universitario más que la educación en sí. Reformar el sistema de la educación superior supone un desafío para este status quo.
Un largo camino por recorrer
- incluir indicadores de integridad en el diagnóstico de los sistemas de educación superior;
- hacer que los mecanismos del aseguramiento de la calidad se dirijan a solucionar los problemas relacionados con la integridad;
- establecer plataformas interregionales para compartir herramientas y métodos ya existentes, tales como software antiplagio;
- crear compendios de iniciativas anticorrupción puestas a prueba por movimientos estudiantiles de todo el mundo.