Página de búsqueda

Con muchos estudiantes obligados a cambiar las clases dentro del aula por aprendizaje en línea durante la pandemia y con el alza de casos de mala conducta académica, tanto estudiantes como profesores están preocupados sobre el software que se está utilizando para evaluarlos. El vicepresidente del sindicato de estudiantes de la Universidad de Alberta (UMSU), dice que estudiantes negros han tenido problemas cuando la aplicación no reconoce sus caras. Otros estudiantes con discapacidades reportaron que dependen de un software lector de pantalla que es incompatible con el software de vigilancia a distancia. Aunque los profesores reconocen que algunos cursos requieren de exámenes electrónicos monitoreados, desean que se implementen correctamente.

A medida que las escuelas y las universidades pasan a la enseñanza en línea, el nuevo software Turnitin Originality, se diseñó para apoyar la integridad académica, proporcionando herramientas a los estudiantes para autocontrolarse y autocorregirse, y para que los profesores pueden identificar e intervenir en las posibles malas conductas. Al revisar los trabajos presentados, Turnitin Originality comprueba si el trabajo es similar a otro texto conocido, o si hay indicios que no fue escrito por el estudiante. Esta información puede facilitar las conversaciones entre instructores y estudiantes sobre cómo descubrir y expresar sus voces auténticas.

Un estudio cualitativo de doce profesores de una escuela de secundaria de Sri Lanka, ha revelado que, en comparación con los estudiantes de hace 10 a 15 años, los estudiantes actuales son más egocéntricos y adoptan comportamientos más problemáticos en la escuela que son perjudiciales para ellos mismos y para los demás. La mala conducta estudiantil en las aulas, incluyen la falta de respeto a los maestros, la realización de tareas irrelevantes en el aula y agresión verbal, mientras que el mal comportamiento en la escuela refleja la falta de respeto a las autoridades escolares, el uso innecesario de drogas peligrosas y el desarrollo y apoyo de relaciones inapropiadas y dañinas.

Las universidades australianas planean monitorear a los estudiantes a través de un software como Proctorio o ProctorU, mientras realizan los exámenes desde sus casas debido a la pandemia del coronavirus. Ambas plataformas requieren que los estudiantes concedan el acceso a la cámara web, micrófono y a las teclas, para evitar la trampa. Los estudiantes y académicos están preocupados por la falta de transparencia total donde se almacenarán los datos, quien los podrá acceder, y si cumplirán con las normas australianas vigentes.

Según los expertos en integridad académica, los exámenes en línea proporcionan un mejor acceso a la información sobre el comportamiento estudiantil y son mucho más seguros. Los examinadores pueden acceder remotamente a las computadoras de los estudiantes para comprobar si hay duplicados o software no autorizado. La falsificación de identidad se previene con tecnología que reconoce las caras de los estudiantes y sus estilos de mecanografía, mientras que la inteligencia artificial se utiliza para detectar sombras que traicionan a otras personas escondidas en la habitación.

Los medios de comunicación han reportado denuncias sobre las estrategias creativas para hacer trampa en universidades canadienses, incluyendo piratería de calificaciones, sobornos y allanamiento de oficinas para robar exámenes. Una encuesta realizada en 11 instituciones de educación superior de Canadá, reveló que, el 50 por ciento de los estudiantes universitarios han cometido algún tipo de mala conducta académica.

Según el Director de la Comisión de Derechos Humanos y Justicia Administrativa (CHRAJ), el papel que juegan los estudiantes de educación superior en la implementación efectiva de leyes de anticorrupción; es crucial. Durante un simposio organizado por la Comisión Nacional de Educación Cívica, se hizo un llamado a los estudiantes para participar en la lucha contra la corrupción y fomentar en el país la buena gobernanza, estado de derecho, rendición de cuentas y la transparencia.