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Hacer trampa en la escuela no es algo nuevo, pero las nuevas tecnologías lo han hecho más fácil. Los teléfonos móviles permiten a los estudiantes ver sus apuntes, enviar mensajes para pedir respuestas, e incluso utilizar aplicaciones de IA para resolver problemas. Educadores e instituciones desarrollan diversas medidas para combatir las trampas. Pero  ¿son suficientes para salvaguardar la integridad de los exámenes?  

Según la Comisión Anticorrupción de Zimbabue, los incidentes generalizados de sextorsión y fraude académico en las instituciones de enseñanza superior y terciaria del país constituyen una grave amenaza para la integridad de los títulos y diplomas.

Dos políticos noruegos se enfrentan a acusaciones de plagio en sus tesis de máster, lo que ha dado lugar a que las universidades investiguen los casos. Los escándalos han suscitado debates sobre la integridad académica, y llamados a endurecer las penas por plagio. Los incidentes también han suscitado preocupación por el trato que reciben los estudiantes frente a los políticos y la necesidad de una normativa nacional sobre el plagio. Los expertos subrayan la importancia de promover normas e integridad ética en la investigación en las universidades.

Una reciente investigación de la revista Science expone el aumento de las fábricas de textos que recurren al soborno y la corrupción para garantizar la publicación de artículos falsos o de calidad inferior. Estas organizaciones sobornan a editores de revistas, dando lugar a una red de prácticas engañosas que amenazan la integridad de la publicación académica. La investigación revela la gran cantidad de editores e instituciones de prestigio implicados en la aceptación de sobornos. Estas prácticas poco éticas eluden el proceso de revisión por pares, socavando la calidad y fiabilidad de la investigación publicada.

Durante la 10.ª sesión de la Conferencia de los Estados Partes de la Convención de las Naciones Unidas, el Fiscal General de Zimbabue anunció planes para incorporar un plan de estudios centrado en la corrupción, la ética y la integridad en el sistema educativo del país, desde el desarrollo de la primera infancia hasta los niveles universitarios. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC), la educación contra la corrupción podría adoptar la forma de actividades extracurriculares en las escuelas primarias y secundarias.