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El Ministerio de Educación Nacional y la Unidad de Lucha contra la Corrupción han puesto en marcha los "clubes de integración" en el colegio canadiense-haitiano, con la participación también del Liceo Nacional de Pétion-Ville. Cada club, compuesto por ocho miembros, tiene como objetivo comprometer a los alumnos en la lucha contra la corrupción a través del autoaprendizaje y la educación cívica desde una edad temprana. Los directores y representantes de las escuelas han aplaudido esta iniciativa, subrayando la importancia de formar a los jóvenes para que se conviertan en ciudadanos íntegros para construir un nuevo Haití.

La Agencia de Prevención y lucha contra la corrupción (APLC), impulsa al gobierno a incluir en el programa nacional de enseñanza un curso de lucha contra la corrupción desde la educación prescolar hasta el nivel universitario. Según la coordinadora adjunta de la APLC, la sanción no es la única solución para erradicar la corrupción. La APLC se esfuerza por concientizar a los congoleños sobre el cambio necesario de mentalidad y la implantación de una nueva cultura de la integridad.

La Alta Autoridad para la Buena Gobernanza de Costa de Marfil ha anunciado la finalización del diseño de los manuales y del programa de formación titulado "Educación en la lucha contra la corrupción", destinado a estudiantes y futuros funcionarios. Los documentos se remitirán al gobierno para su aprobación. Este proyecto de lucha contra la corrupción se puso en marcha en el 2019 desde la educación preescolar hasta la superior, pasando por la educación primaria, secundaria, técnica-profesional, así como por las escuelas de formación profesional

Un falsificador detectado en 2019 por el Ministerio de Educación Superior ha sido acusado de falsificación, y venta de documentos oficiales, fraude y blanqueo de capitales. Desde 2015, vendía miles de diplomas falsos a 200 euros cada uno. Con la complicidad de un conductor de taxi-ambulancia que fotografiaba los documentos de los pacientes, compraba tarjetas de prepago con estas identidades falsas, que luego eran pagadas mediante transferencias electrónicas por los compradores de los diplomas falsos a través de sus propias tarjetas de prepago.

Según un informe realizado por la asociación estudiantil y escuela de Guinea, la A-SEG identificó 1,500 incidentes de fraude y corrupción durante los exámenes nacionales de 2020. Los estudiantes no solo participaron en exámenes autopagados sin financiación de parte del Ministerio de Educación Nacional, sino que el monitoreo se llevó a cabo por jóvenes estudiantes o compañeros de clases desde Conakry hasta N'Zérékoré.

La Oficina de la Fiscalía Financiera ha lanzado una investigación en el Ministerio de Educación en relación a la educación que proporcionaron a los estudiantes refugiados sirios, con financiación de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Unión Europea y Alemania. La lista de niños matriculados para las clases nocturnas en las 346 escuelas estatales, incluían a un número de estudiantes mucho mayor a los que realmente asisten. El monto faltante se calcula multiplicando el número de 15,000 estudiantes fantasmas por $600 que los donantes asignan cada año a cada estudiante registrado. Desde 2014, cada año desaparecen $9 millones.