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La reciente confesión de soborno por un director de admisiones pasado de la Universidad de Renmin, ha llamado a cuestionar la integridad del sistema de admisiones de universidades chinas. El Presidente ha estado organizando una campaña contra la corrupción en China por más de tres años, con la educación superior como uno de sus principales enfoques. La Comisión Independiente en contra de la Corrupción del partido Comunista en poder, ha señalado a 32 personas trabajando en educación superior para investigarlas éste año, con el Ministro de Educación diciendo, que la corrupción no será tolerada en el sistema educativo.

Para poder asegurar el desarrollo saludable académico, tienen que haber cambios fundamentales en el sistema de incentivos académicos de China. Deben alejarse de los métodos actuales de juzgar a investigadores por el número de publicaciones en diarios de alto nivel. El método lleva a algunos a perseguir números mientras ignoran la integridad académica. Con profundas raíces en tradiciones culturales chinas y una tierra fértil que alimenta la corrupción, la batalla de China en contra de la mala conducta en investigaciones, está condenada a ser ardua.

En dos años, casi 250 estudiantes en una de las provincias chinas han sido despojados de los resultados de sus exámenes de ingreso a la universidad. A pesar de sus excelentes notas, una estudiante de secundaria en la provincia de Shandong reprobó dos veces su gaokao, el examen nacional de admisión a la universidad pública. Su fracaso se debió a la usurpación de su identidad y a los resultados positivos de la hija de uno de sus maestros de secundaria.