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El plagio dentro de la educación superior es un secreto a voces, con multitud de miembros del personal académico que ocupan puestos universitarios en todo el país sospechosos de haber conseguido sus títulos a base de plagios. Pero dándole un tono cómico, la Comisión para la Educación Secundaria le otorgó recientemente el premio al mejor trabajo de investigación a un becario que había sido incluido en la lista negra del cuerpo regulador en 2008 por publicar un trabajo copiado.

Un estudiante de doctorado de la Universidad de Michigan en Ann Arbor realizó un estudio sociológico sobre la corrupción en la educación superior. Basó su estudio en su propio examen de 2009 en Illinois, donde se produjo un escándalo relacionado con la prueba de acceso. Su estudio se centró en un proceso de admisión, oculto y aparte, que utilizó la Universidad para así facilitar el acceso de solicitantes relacionados con personajes políticos, donantes y funcionarios universitarios. Su trabajo concluye que la mala conducta administrativa es con frecuencia "un problema organizativo que requiere soluciones organizativas."

El Ministro de Tecnología y Educación Superior declaraba que pronto publicaría los nombres de las universidades sobre las que se alega haber expedido diplomas falsos. El Ministro declaró que había creado un equipo especial para investigar el caso y que en breve haría visitas sin previo aviso a las universidades que se encuentran bajo sospecha.

El plagio es un tema que preocupa a instituciones de enseñanza de todo el mundo. En Nigeria se han planteado varias ideas relativas al plagio, pero que no se han visto corroboradas por falta de hallazgos empíricos. No obstante, un proyecto de investigación de doctorado llevado a cabo recientemente sobre el plagio estudiantil en las universidades nigerianas ha arrojado más luz sobre esta cuestión.

Las universidades aumentan el número de medidas a tomar para combatir el fraude académico ya que existen sitios web que se ofrecen a hacerles sus trabajos escritos. La proliferación de servicios online orientados a estudiantes universitarios que se ofrecen a elaborar sus trabajos escritos a cambio de dinero ha provocado que las universidades revisen su política contra el plagio. DCU es una de una serie de instituciones que están cambiando sus métodos de evaluación, conjuntamente con la aparición de un software de detección del “copia-y-pega”, con objeto de combatir la amenaza que supone el fraude académico.

Un ex-científico de la Universidad de Iowa que falsificaba los resultados de una vacuna experimental contra el HIV, fue sentenciado recientemente a cuatro años y nueve meses en prisión. También se le ordenó pagar la suma de $ 7.2 millones al Instituto Nacional de la Salud de E.U. que financió la investigación.