Página de búsqueda

Para llenar la brecha entre la demanda y el constante incremento de ofertas, muchas partes interesadas del sector de educación superior viven con la expresión “falsifícalo si no lo puedes hacer”. El sur de Punjab ha sido golpeado por educación falsa. En Alipur, una rama de una cadena de universidades conocida, afirmaba estar asociada con GC University, en Faisalabad. Muchos estudiantes pagaron cuotas para registrarse, sin embargo, la página web de la universidad no la reconoce como una facultad afiliada. Los estudiantes que fueron robados, hicieron denuncias, pero las instituciones están apoyadas por los jefes feudales del área.

A pesar del crecimiento de instituciones académicas en Nigeria, los Gobiernos Federales y Estatales, no han podido cumplir con la creciente demanda de la educación politécnica y universitaria, resultando en la adopción de un sistema de cuotas. Esta práctica estructurada sobre el favoritismo hacia los indígenas de un determinado estado sobre otros, ha llevado a que cometan fraude aquellos solicitantes, a los cuales se les ha negado la admisión. Mientras tanto, las instituciones federales en algunas áreas no han matriculado a suficientes alumnos y otras están sobrepobladas, lo que ha resultado en un uso indebido y excesivo de los recursos.

A medida que las escuelas y las universidades pasan a la enseñanza en línea, el nuevo software Turnitin Originality, se diseñó para apoyar la integridad académica, proporcionando herramientas a los estudiantes para autocontrolarse y autocorregirse, y para que los profesores pueden identificar e intervenir en las posibles malas conductas. Al revisar los trabajos presentados, Turnitin Originality comprueba si el trabajo es similar a otro texto conocido, o si hay indicios que no fue escrito por el estudiante. Esta información puede facilitar las conversaciones entre instructores y estudiantes sobre cómo descubrir y expresar sus voces auténticas.

Las universidades privadas en Yemen, cobran las cuotas de matrículas en dólares americanos y crean sus propios tipos de cambio de moneda, causando que muchos estudiantes abandonen la universidad. Hasta el 2017, el Banco Central de Yemen en Sanaa fijó el precio del dólar en 250 riales yemeníes. Sin embargo, universidades privadas en Taiz, fijaron la tasa de cambio a 400 riales por un dólar, y las universidades de Aden a 500. Otras universidades privadas requieren que los estudiantes en Aden paguen en dólares y no aceptan riales. Esto obliga a los estudiantes a recurrir al mercado negro, con una tasa de cambio de 820 riales, por dólar.