Página de búsqueda

Semanas después de que el ministro de defensa alemán fuese obligado a renunciar por un escándalo de plagio, tres universidades alemanas dicen que están investigando quejas similares acerca de la labor académica de tres figuras de la esfera política del país.

La Universidad de Düsseldorf ha retirado el título de doctorado a la Ministra de Educación e Investigación de Alemania, alegando que ella plagió material para su tesis. Mientras el ministro está tratando de impugnar el veredicto de la universidad, la oposición ha pedido su dimisión en el Parlamento. Un experto académico y legal de Bonn ha afirmado que el caso puede haber dañado la imagen de la educación superior en su conjunto en Alemania.

Más de 600 académicos de Alemania han firmado una petición exigiendo que los casos de plagio y manipulación de datos se resuelvan en disertaciones por materias. La campaña se opone a una iniciativa de la Conferencia de Rectores de Alemania que pretende tratar este tipo de cuestiones de manera confidencial en comités universitarios.

Directores de universidades alemanas han recibido positivamente propuestas de Stifterverband – una red de fundaciones, negocios e individuos apoyando la investigación y educación superior del país – para mejorar la transparencia en colaboraciones entre universidades e industria. Las recomendaciones, emitidas a mediados de abril, destacan la “responsabilidad de las universidades, como instituciones autónomas, para regular e informar apropiadamente al público acerca de sus proyectos en colaboración con la industria”.

En una sorpresiva movida, el presidente de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia, en Alemania, anunció esta semana planes de revisar el controversial contrato gobernando el uso de una donación de €150 millones de parte de una fundación filantrópica. Críticos argumentan, que el acuerdo le da demasiado control al donante sobre decisiones de publicaciones y nombramientos de profesorados en el Instituto de Biología Molecular de la escuela, la cual la fundación ayudó a crear en el 2009. La movida, que pudiera influenciar a acuerdos de financiación similares en otras universidades, solo satisface a los críticos en cierta medida. Ellos están empujando a más transparencia de parte de las universidades y sus donantes.

En la versión en inglés de su página web, la Universidad Kim Il, ha enumerado supuestas asociaciones pasadas y actuales con “universidades hermanas” y afirma que los “intercambios académicos internacionales están en pleno desarrollo”. Muchas de las universidades nombradas están en desacuerdo y no quieren asociarse con Corea del Norte. Han tratado de que sus nombres sean eliminados de la página web, pero hasta el momento la universidad no ha respondido a sus solicitudes.