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En algunas universidades, estafadores académicos están obteniendo doctorados; gracias a la distribución de tesis poco fiables, dice el fundador del grupo de presión anti-plagio. La magnitud de fraude doctoral en Rusia puede ser atribuido a la reproducción de disertaciones casi idénticas entre universidades. El grupo anti-plagio Dissernet dice haber identificado 3,500 tesis falsificadas en los pasados dos años.

La Ministra de Defensa Alemana ha negado acusaciones que plagió partes de su tesis doctoral, después que fuentes de un portal de búsqueda de plagios denunció haber encontrado “elementos de plagio” en 27 de 62 páginas en su tesis final de 1990.

Un estudio reciente reveló que varias formas de plagio se han proliferado en universidades del país. El caso Mozambique sugiere la necesidad de una estrategia holística por instituciones educativas para enseñar y fomentar la ética profesional y desalentar el fraude académico. Eliminar la deshonestidad académica sólo será posible si sus administradores, profesores y estudiantes trabajan juntos para construir medidas fuertes para combatir plagios generalizados, que están obstaculizando la producción de graduados de calidad.

Universidades pudieran atraer sanciones, incluyendo la suspensión de subsidios, si se descubre que sus profesores están guiando al mismo tiempo, a más de ocho estudiantes de Doctorados, como parte de un esfuerzo para tapar vacíos en investigaciones. La Comisión de Subsidios Universitarios pedirá a todas las Universidades que deberán tener programas de anti-plagio para asegurarse que las tesis reflejen investigaciones genuinas. Este paso cobra importancia contra la práctica de algunas agencias que ofrecen sus servicios de investigación a estudiantes para escribir sus tesis por una cuota.

Las universidades aumentan el número de medidas a tomar para combatir el fraude académico ya que existen sitios web que se ofrecen a hacerles sus trabajos escritos. La proliferación de servicios online orientados a estudiantes universitarios que se ofrecen a elaborar sus trabajos escritos a cambio de dinero ha provocado que las universidades revisen su política contra el plagio. DCU es una de una serie de instituciones que están cambiando sus métodos de evaluación, conjuntamente con la aparición de un software de detección del “copia-y-pega”, con objeto de combatir la amenaza que supone el fraude académico.

El plagio es un tema que preocupa a instituciones de enseñanza de todo el mundo. En Nigeria se han planteado varias ideas relativas al plagio, pero que no se han visto corroboradas por falta de hallazgos empíricos. No obstante, un proyecto de investigación de doctorado llevado a cabo recientemente sobre el plagio estudiantil en las universidades nigerianas ha arrojado más luz sobre esta cuestión.

Según los candidatos, aún es « complicado » utilizar el teléfono móvil o cualquier otro aparato conectado a la red durante los exámenes. Sin embargo esto no les quitará las ganas de seguir copiando en los exámenes: a un buen número de estudiantes le sigue yendo bien con el tradicional cambiazo del examen… ¿Para qué usar aparatos conectados a la red, y arriesgarse a ser pillados, cuando el típico cambiazo de siempre, o el mero hecho de copiar, son métodos más discretos e igualmente efectivos?

Solo es cuestión de dar un vistazo al celular durante un examen, o copiar y pegar secciones completas de textos encontrados en el internet, son señales que los tiempos cambian. Intentos de hacer trampa en exámenes finales incrementó un 10% en el 2014, comparado al 2013, según estadísticas del Ministerio de Educación Nacional.