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Muchos de nosotros caminamos con nuestros detectores de comunicación,” dijo el presidente de Competencias Técnicas Conjuntas (CCP) –pronto a cambiar su nombre a CCINP para la sesión 2019 – la cual es la puerta para docenas de Escuelas Técnicas, y reúne hasta 4,000 candidatos de exámenes en un solo sitio. Entre relojes digitales y anteojos conectados, la trampa en los exámenes ha tomado un giro moderno, al igual que la vigilancia de los mismos.

En el 2011, el ejercicio de bachillerato de matemáticas que había sido filtrado en el internet no fue robado, pero sí hubo fraude dijo la Corte de Apelaciones de París, la cual sentenció a cuatro jóvenes a tres y cuatro meses de penas con suspensión. Este hecho revivió la controversia sobre la profunda reforma de los exámenes. Queriendo que este caso sirva como ejemplo, el Ministerio de Educación ha presentado una denuncia y lanzó un plan de “cero tolerancia” contra el fraude durante el bachillerato. En primer lugar, el tribunal penal ha absuelto o reducido las sentencias de todos los acusados enjuiciados por encubrimiento, fraude o robo.

Mientras unos pasan sus exámenes por pura suerte, otros pasan gracias a sus relojes - la hoja de respuestas en la manga versión 2017. Esta pieza, es el objeto tecnológico preferido para aquellos deseando resolver ecuaciones, mientras pareciera que están contando minutos. Relojes, calculadoras y teléfonos inteligentes. Todos sujetos a una mayor vigilancia por organizadores y supervisores durante exámenes. Durante el período de exámenes del 2016, se identificaron 911 situaciones sospechosas de fraude, de las cuales más de la mitad resultaron en sanciones.

Ha habido error tras error en la edición 2017 del examen de bachillerato. Después de fugas potenciales en materias como Física-Química y Ciencias Naturales a finales de mayo, han sido las preguntas del examen tecnológico de filosofía las que fueron filtradas justo antes del examen. El Ministerio ha recordado a los estudiantes que las nuevas preguntas “no cambian las condiciones del examen”, pero algunos usuarios de internet confirman que ya habían comenzado a escribir sus respuestas a las preguntas iniciales antes que las preguntas sustitutas les fueran proporcionadas. En cuanto a las sustitutas, el jueves por la mañana, las dieron a conocer a través de Twitter, casi una hora con 15 minutos demasiado pronto…

El Ministerio de Educación ha lanzado una investigación en las posibles filtraciones de preguntas del bachillerato científico en materias como Física-Química y Ciencias Naturales. Las filtraciones supuestamente afectan las preguntas para la sección S, de asesoramiento de competencia experimental, es decir, talleres prácticos organizados en física y ciencias. Hasta que la investigación finalice, el Ministerio no comentará en la exactitud y alcance de estas “posibles fugas de materiales de evaluación”, las cuales fueron reportadas por un maestro.

Un catedrático de economía política de la universidad más antigua del mundo, más o menos invitó a los alumnos a copiar. Es su manera de hablar en contra de la impunidad de ciertos colegas acusados de plagio. Anunció « No revisaré si copiaron su trabajo, ya que en buena consciencia, no puedo pedirles que respeten las reglas de la Universidad de Bolonia, cuando ellos permiten que sus profesores las violen ».

Copiar es robar. Este dicho de anti-plagio está en el corazón de un caso, que ha sacudido el pequeño mundo de medievalistas franceses por dos años. Ahora, el caso ha regresado con una nueva demostración de conductas plagiarias, y está forzando a universidades y comunidades científicas a hacerle frente a sus responsabilidades. Y de forma más general, plantea la pregunta si el sistema universitario como un todo tiene la habilidad de enfrentar este asunto, más allá del presente caso.

A finales de noviembre, por primera vez, 500 de los más recientes graduados de INSA Toulouse, recibieron en su ceremonia de graduación; una tarjeta segura; que certifica la autenticidad de su diploma de ingeniería. El objetivo de dicha operación es para luchar contra el fraude. Las tarjetas entregadas a estudiantes están protegidas contra la falsificación por un marcador que es invisible a simple vista.