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Afganistán debe enfrentar ahora un problema en materia de educación: la falta de textos escolares. Millones de nuevos textos prometidos y pagados por los donantes no fueron distribuidos debido a la corrupción y a complicaciones burocráticas.  Según las cifras dadas en entrevistas con los funcionarios de las 34 provincias del país, cerca de un tercio de los textos pedidos el año pasado nunca llegaron a destino. Actualmente, los estudiantes sólo tienen la posibilidad de copiar ilegalmente los ejemplares encontrados en los mercados.

Como resultado de la corrupción y la burocratización, millones de nuevos libros prometidos y pagados por los donantes en 2008 nunca fueron distribuidos. Un tercio de los textos todavía espera ser distribuido a las provincias y muchos de los textos pedidos son de tan mala calidad que no duran un segundo año.

Dos profesores de primaria y secundaria fueron suspendidos por vender textos escolares pertenecientes a la escuela. Los textos, destinados a ser distribuidos gratuitamente por el District Institute of Educational Training (DIET) entre los estudiantes, fueron embargados en una tienda de desechos.

El Ministerio de Educación organizó una campaña para instar a los padres de familia de las escuelas públicas y privadas a unirse con el gobierno para luchar contra la corrupción. El ministerio lanzó nuevos modelos para la educación preventiva contra el soborno y la corrupción (GCPETE), que se utilizarán en las escuelas públicas para integrar las lecciones de lucha contra el soborno y la corrupción en la educación en valores de la escuelas primarias.

La 11ª Reunión Interprovincial de Ministros de Educación aprobó una nueva política de textos escolares. Los consejos provinciales de textos escolares deberán invitar a todos los actores interesados para que presenten sus propuestas, incluyendo a los editores privados. Se evaluarán y clasificarán los libros presentados. El Ministerio de Educación creará cinco centros de recursos en cada consejo de textos escolares para aumentar la capacidad de los editores pequeños.