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El gobierno en poder ha auditado escuelas a lo largo y ancho del país y han descubierto abusos masivos de impuestos cobrados a padres y guardianes para supuestamente financiar una infraestructura de desarrollo de aprendizaje. De 1,800 (18%) de las escuelas auditadas hasta el momento, hay indicios que las escuelas han falsificado récords de contabilidad.

El Ministerio de Educación (ME) ha comenzado el proceso de verificación de maestros para asegurar la reestructuración y regulación de la plantilla de profesores. El propósito de ésta iniciativa es para auditar la nómina de maestros y corregir las anomalías detectadas y así asegurar la eliminación de personal con calificaciones fraudulentas del sistema. Si el ME ahorra dinero, se usará para racionalizar el pago y beneficios de los educadores para atraer y retener profesionales en el sector.

Harare está perdiendo miles de dólares en ingresos ya que muchas de sus escuelas no están remitiendo las cuotas de las matrículas a las autoridades locales. La ciudad ha ordenado investigaciones en cuatro escuelas y una guardería. Un administrador de una de las escuelas deberá presentarse ante un comité disciplinario para responder a cargos de mal uso de matrículas.

Honduras invierte grandes sumas en la educación, pero los poderosos sindicatos de profesores y los nombramientos políticos minan las reformas en un sector vulnerable a la corrupción y que carece de supervisión de la sociedad civil. En el país hay unos 50.000 profesores; entre 2.500 y 2.600 tienen problemas pendientes en relación con sus puestos (tales como pagos irregulares por permisos o ausencias injustificadas mientras siguen en la planilla). Para que los planes de descentralización en curso  tengan un impacto positivo sobre los servicios de educación es necesario mejorar las competencias de los auditores locales, dar más participación a los padres de familia y los sindicatos deben adoptar códigos de conducta.

En Uzbekistán, muchas escuelas carecen de suministros básicos y los profesores a veces recurren a los alumnos pidiéndoles dinero para complementar sus magros presupuestos. El periódico uzbeko Uchitel Uzbekistana informó en agosto de 2007 que incluso los más experimentados profesores de educación primaria y secundaria ganan menos de $100 al mes. En 2007, Transparencia Internacional situó a Uzbekistán en el puesto 176 en su índice de corrupción de los 180 países supervisados.