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Un informe dirigido por el Proyecto para la Ética en los Exámenes (en inglés Exam Ethics Project - EEP) en el que se sometió a examen el índice de malas prácticas durante los exámenes de estado y las seis zonas geo-políticas, ha revelado que se ha producido un aumento del 40 por ciento de las mismas entre los años 2003 y 2004, como contraposición al correspondiente aumento del 276 por ciento que se produjo entre los años 1999 y 2004.

El Proyecto para la Ética en los Exámenes (en inglés Exam Ethics Project - EEP), una ONG que lucha contra malas prácticas en los exámenes, ha sacado a la luz pública en los últimos años diversas cifras provenientes de los beneficios que da el negocio de las malas prácticas en los exámenes y de aquellas personas (estudiantes, vigilantes de examen, etc.) que han sido despedidos por verse implicados en dichas malas prácticas.

La mala práctica en los exámenes ha aumentado en un 5% en Nigeria, según un estudio realizado por la Exam Ethics Marshals International. El informe indica que 18 de cada 100 personas que participaron en un examen en Nigeria en 2012 fueron acusados de malas prácticas.

Según Transparencia Internacional, 66 % del dinero del gobierno de Nigeria es asignado a la educación y robado por funcionarios corruptos. La mala asignación de recursos, adquisiciones corruptas, intercambio de sexo por notas, malas prácticas en exámenes, calificaciones falsas, absentismo docente, y prácticas de contratación corrupta, son algunos de los ejemplos de los desafíos con los que se enfrenta el sistema educativo. Esto afecta la calidad de la educación, inclusión y resultados de aprendizaje, con consecuencias devastadoras para el crecimiento económico nacional.

La semana pasada el Ministerio Federal de Educación, en colaboración con el Proyecto para la Ética en los Exámenes (en inglés Exam Ethics Project - EEP), una ONG que trabaja en educación, organizó un encuentro de dos días sobre la Coparticipación en la Educación. Parece ser que lo que condujo a la celebración de dicho evento fue la preocupación por los resultados obtenidos en los distintos niveles de educación en el país y los efectos concomitantes de una mala praxis durante los exámenes y de los grupos sectarios que afectan a la juventud nigeriana y al desarrollo nacional.