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Según un nuevo informe, el 11% de las tareas presentadas por los estudiantes de universidades australianas fueron escritas por alguien más. Más del 95% de los estudiantes que hacen trampa de esta manera, nunca son descubiertos. Una encuesta distribuida a 4,100 estudiantes en seis universidades descubrió dos tipos de trampas por contrato: pagar a otra persona para escribir el trabajo o descargarlo de una colección de trabajos ya escritos.

Un ex director y otros dos subdirectores de la Universidad de Dong Do, en Vietnam, fueron procesados por expedir cientos de títulos falsos y ganar ilegalmente más de 310,000 dólares. La acusación también señala que el Ministerio de Educación y Formación no cumplió con sus responsabilidades en el control de la aplicación de la normativa sobre matriculación y formación universitaria.

La Universidad de Stellenbosch experimentó un aumento inusual de mala conducta académica entre los estudiantes, debido a las evaluaciones en línea durante la crisis del COVID. En 2020, 183 estudiantes fueron acusados de colusión, donde uno o más estudiantes ayudaron a otros durante las evaluaciones en línea, comparado con solo 2 estudiantes en 2019.  

Según un comunicado de prensa del Ministerio de Justicia, 84 individuos han sido acusados de fraude en el bachillerato, 40 de los cuales han sido detenidos y 13 están bajo supervisión judicial. Son acusados de distribuir temas de exámenes y ejemplos de sus calificaciones y correcciones a través de las redes sociales.

Se descubrió que la tesis de la ex ministra de Asuntos Familiares de Alemania, contenía cerca de 70 párrafos que violaban la buena práctica académica. La Universidad Libre de Berlín pidió a la ministra que devolviera su certificado de doctorado al cabo de un mes, tras recibir la notificación del retiro del título, adquirido mediante “engaño en relación a los logros académicos independientes”.

Según un profesor asociado de la Universidad de Calgary, el índice de mala conducta académica, durante la pandemia, aumentó del 38% a arriba de 200%. Estudiantes que usan los servicios de compañías para escribir sus trabajos o completar sus tareas, con frecuencia son extorsionados. Las compañías continúan cobrando sus tarjetas de crédito, amenazándolos con denunciarlos a sus escuelas si tratan de buscar ayuda.

17 estudiantes de medicina de la Escuela de Medicina Geisel, fueron acusados de hacer trampa durante los exámenes en línea. La escuela encontró evidencias de estudiantes que se conectaron a la plataforma de cursos en línea Canvas, y que obtuvieron acceso a las respuestas. Después de una investigación, siete de los casos fueron desestimados, mientras que, los otros 10 estudiantes fueron expulsados, suspendidos o les reprobaron el curso. Algunos también recibieron calificaciones de conducta no profesional en sus expedientes.

Debido a un fallo del programa de exámenes en línea, 31 estudiantes de una clase de 137, estuvieron involucrados en un incidente de trampa en la Escuela de Enfermería de la Universidad del Sur. Los estudiantes usando sus celulares, notificaron a otros estudiantes a través de un mensaje de texto grupal, que las cámaras estaban apagadas y que podían hacer trampa. Al verse comprometido el examen, la facultad administró un examen diferente que cubría el mismo contenido.

Los estándares de exámenes son virtualmente imposibles de reforzar en un ámbito de enseñanza a distancia, donde cientos de estudiantes están simultáneamente en línea. El decano del Departamento de Literatura de la Universidad de Creta, informó que es muy fácil para estudiantes buscar las respuestas a exámenes en Google, incluso bajo la mirada de los supervisores que están delante de una cámara. Un estudiante de 20 años, dijo que una de sus amigas le dio 100 euros a una maestra para que se presentara a su examen de matemáticas. Del mismo modo, una estudiante de psicología de 20 años, tomó el examen en nombre de 2 de sus amigos y nadie se dio cuenta.