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Un estudio reciente de 2021 muestra que los académicos de los países de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) representan 17 de los 20 principales países donde los académicos publican en revistas predatorias. El porcentaje de participación de publicaciones globales de la OCI, ha aumentado a más del 8% en 2018. Los estándares se han visto comprometidos en relación con el impacto del número de artículos publicados y citas sobre personal, ascensos, carreras y beneficios.

Con el fin de reducir las proporciones alarmantes de plagio en las universidades, se han introducido módulos de enseñanza sobre la ética y conducta profesional en varias ramas de la educación superior y sectores de la investigación científica de Algeria. Según los reportajes de las noticias locales, el Ministerio de Educación hizo un llamado para el establecimiento de consejos locales de ética a nivel universitario.

El Ministerio de Educación superior, ha identificado a 110 oficinas que venden títulos de doctorados de universidades que no son de Arabia Saudita. Los precios para licenciaturas o maestrías falsas, de una institución del oeste, cuestan desde SR3,000 hasta SR30,000, mientras que un doctorado puede costar hasta SR90,000. Los títulos suministrados por estas fábricas de diplomas, son emitidos por instituciones que ofrecen cursos sin estándares aprobados o simplemente son emitidos al transferir dinero a una cuenta internacional. Se han tomado medidas para detectar dichas agencias.

Dado que los científicos son juzgados en gran parte por el número de publicaciones revisados por pares que producen, es fácil entender la tentación de participar en las publicaciones salami. Oficialmente, es desalentado, pero todavía es muy común ver a investigadores escribiendo 3 o 4 artículos basados en un solo proyecto que, siendo realistas, pudo haber sido escrito en uno solo. En un caso extremo de salami rebanado, la revista de Archivos de Medicina Iraní publicó un conjunto de 33 artículos de un solo estudio.

La alegría que marca el comienzo del año escolar en el sector de la educación superior argelina, contradice una crisis de credibilidad en la estela de varios incidentes de trampa recientes. El pasado octubre, profesores de la facultad de economía de la Universidad de Argelia, dieron a conocer los nombres de estudiantes acusados de hacer trampa en los exámenes de admisión doctorales, pero hasta el momento no se ha reportado nada por los medios contra dichos estudiantes. En una ciudad al este de Argelia, dos examinaciones de maestrías fueron canceladas en octubre después que diero a conocer respuestas, mientras en el oeste, cuatro proyectos doctorales de la facultad de arte y literatura fueron anulados tras quejas de deshonestidad académica.

El ministro de educación superior e investigación científica ha enviado una notificación escrita a todos los presidentes de universidades, criticándolos por incumplimiento de un decreto ministerial de Julio del 2016, el cual criminalizaba el plagio y los urgía a lidiar con todas las irregularidades de acuerdo a las reglas. La instrucción plantea la posibilidad de abusos anteriores, que pudieron haber sido pasados por alto por vice-rectores, incluyendo el nombramiento inapropiado de individuos a examinaciones y juntas de adjudicación de tesis. Esta carta constituye un paso sin precedentes en contra de una plaga, que académicos indican se está convirtiendo en “una práctica común” en universidades.

Sustituir exámenes escritos o trabajos de clase por pruebas orales puede que ayude a frenar los niveles potencialmente altos de alumnos copiando en exámenes universitarios de los Estados del Golfo. Si bien no se conoce el número exacto de casos de prácticas deshonestas en el mundo académico de los países árabes, se cree que es muy posible que estas malas prácticas estén muy extendidas por motivos que están profundamente arraigados en su cultura.