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En el libro Corruption in Higher Education: Global Challenges and Responses, treinta y cuatro expertos arrojan luz sobre diversos problemas de corrupción en la enseñanza superior: trampas en los contratos y subcontratación de tareas; procesos de contratación ambivalentes; universidades falsas que adoptan diversas formas, desde planes con ánimo de lucro hasta estudiantes que compran títulos sin cumplir sus obligaciones; la investigación de la corrupción implica a académicos, administradores y organismos, unidos contra la corrupción académica. Algunos de los próximos pasos son: desarrollar una teoría de la integridad, analizar el impacto de la educación secundaria, impulsar la tecnología, evitar la estigmatización de los grupos sociales y fomentar la cooperación mundial.

Un nuevo estudio subraya la necesidad de formar a los Comités de Ética de la Investigación (CEI) del África subsahariana para que puedan gestionar las complejidades éticas y jurídicas inherentes a la investigación intensiva de datos, en particular lo concerniente a la protección y el intercambio de datos. Los resultados revelan una falta de concienciación entre los miembros de los CEI con respecto a las leyes existentes a nivel nacional. Esto puede dar lugar a que los datos de investigación crucen las fronteras sin los acuerdos o permisos adecuados. La creación de una gobernanza de datos transparente y estandarizada podría fomentar valores éticos compartidos y garantizar prácticas responsables de investigación de big data en todo el subcontinente.

Se ha pedido a once directores de universidades que presenten un informe detallado sobre la capacidad financiera y académica del departamento o facultad dentro de sus instituciones que forma a estudiantes de doctorado. Se espera que proporcionen detalles sobre cómo se utilizó el dinero desembolsado por el Estado a los paneles de defensa de doctorados en el período 2020-21 y 2022-23. De acuerdo con las directrices del Ministerio, los postulantes a doctorado serán aprobados sólo si tienen suficientes medios financieros y académicos para llevar a cabo proyectos de investigación.

El informe de SIRIS Academic muestra que docenas de los investigadores más citados del mundo han cambiado sus afiliaciones primarias con universidades saudíes en lugar de a sus empleadores, a pesar de que, en general, sólo se trata de investigadores invitados o becarios de investigación. Esta afiliación engañosa ha impulsado la posición de estas instituciones de enseñanza superior en el ranking mundial de universidades que tiene en cuenta el impacto de las citas de los investigadores de una institución.

Según una encuesta realizada por Education Sub-Saharan Africa (ESSA), la mayoría de las universidades de África Oriental tuvieron problemas para mantener la integridad de los exámenes que se realizaron en línea durante la pandemia de COVID-19. El investigador principal de ESSA informa que los estudiantes utilizaron materiales prohibidos durante los exámenes o infringieron las políticas de examen de las universidades. Uganda y Kenia registraron el mayor número de universidades con problemas, con un 31 % y un 27 %, respectivamente.

El sesgo en la investigación y sus beneficios, los desequilibrios de poder y otras desigualdades han plagado durante mucho tiempo la colaboración científica. "La injusticia, la desigualdad y la falta de diversidad no deben seguir impidiendo que la iniciativa mundial de investigación maximice la integridad científica y haga realidad el principal valor social y los beneficios de la investigación", escriben los expertos en ética en la Declaración de Ciudad del Cabo sobre el fomento de la integridad de la investigación a través de la justicia y la equidad. La declaración incluye 20 recomendaciones para guiar a todas las partes interesadas en la consecución de una práctica más justa de la investigación.

Los organismos éticos de África subsahariana se enfrentan a dificultades en su capacidad para realizar su trabajo debido a la falta de recursos en TIC y de formación académica en ética y asuntos reguladores. Se ha concedido 1,5 millones de euros (unos 1,62 millones de dólares) a Benín, Gambia y Costa de Marfil para instalar el software Research for Health and Innovation Organiser, una plataforma basada en la nube que podría hacer más eficiente el trabajo de estos organismos, al tiempo que les permitiría mejorar la conducta ética y la integridad de la investigación, los procesos de revisión y crear capacidades de supervisión y control.

Una encuesta realizada a estudiantes de doctorado en Dinamarca, publicada hace poco, revela que en las ciencias médicas y naturales de toda Europa está muy extendida una cultura éticamente cuestionable a la hora de asignar la autoría de los trabajos de investigación. El 49 % de los estudiantes de doctorado en ciencias médicas había concedido la autoría invitada a una persona en el poder, mientras que el 42 % lo hacía en ciencias naturales y técnicas.