Diez semanas al frente del instituto de secundaria más rebelde de Belgrado terminó con la pasión de su directora por la educación. Solo unos pocos miembros del personal del centro estaban dispuestos a cooperar con ella para desarticular un sistema de sobornos a cambio de buenas notas. Cuando la policía sorprendió a un profesor de matemáticas aceptando un billete marcado de 50 euros de uno de los estudiantes y el problema salió a la luz pública, los profesores se rebelaron contra ella con un voto de censura a su autoridad.

Casi una tercera parte de los estudiantes sondeados en Serbia declararon que sobornarían a alguien si esa fuera la única manera de aprobar un examen, según un estudio dirigido por el Sindicato de Estudiantes de Serbia. Un 69 % haría trampas en sus exámenes si tuvieran la certeza de que no les iban a pillar, mientras que un 53 % dijo que no se sentirían mal por copiar y hacer trampa. Siete de cada diez estudiantes declararon que existe corrupción en los procesos de matriculación y el 79% sabe de gente que copia en los exámenes.

Un tercio de los profesores de la Universidad de Derecho de Kragujevac, su decano y el asistente del ministro de educación superior fueron objeto de sobornos. Este escándalo sin precedentes siembra la duda sobre el valor de algunos diplomas de abogados y la calificación de algunos jueces.