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Después de años de acumular expedientes, la Comisión de Servicios Educativos (CSE) pronto eliminará sus operaciones manuales y demandará a los futuros candidatos de trabajos en el sector, a recurrir a aplicaciones electrónicas. El cambio hacia métodos electrónicos facilitará la habilidad de la comisión para detectar aplicaciones falsas y récords de empleos.

Esta herramienta, denominada "Acción por la Transparencia", permite, en particular, proporcionar datos sobre las asignaciones presupuestarias a escuelas y centros de salud. El sitio web de la aplicación ofrece una plataforma para que la comunidad pueda denunciar fácilmente actos de corrupción. 

En la Universidad de Lubumbashi, en la República Democrática del Congo, se ha implementado un nuevo sistema anticorrupción. La innovación consiste en gestionar los resultados a través de un servidor central.

El gobierno ha designado a una comisión especial para crear una base de datos nacional de cualificaciones académicas para asegurar la confidencialidad, autenticidad y verificación online así como la fácil recuperación de los títulos universitarios.

Existe cierta frustración en la escuela secundaria Mpraeso (MPASS) porque la administración trata de mejorar la rendicion de cuentas y la transparancia. La aplicación de medidas anticorrupción mediante la automatización de la contabilidad y los procedimientos administrativos para facilitar la verificación y disminuir la corrupción se empantanan debido a la apatía de los funcionarios. El programa informatizado de gestión escolar, que hace unos meses habría costado unos 5 millones de cedis, ahora podría costar a la escuela casi el doble de ese monto.

Según el estudio "Las universidades ficticias, títulos imaginarios - Suecia y el mundo", se ha detectado un aumento en el número de solicitantes de empleo sorprendidos intentando hacer pasar títulos falsos como auténticos, con más de 30 casos reportados en los últimos dos años. Según la Agencia Nacional para la Educación Superior, hay más de 800 universidades falsas basadas en la Web. El estudio recomienda el uso de una base de datos digital que los empleadores puedan acceder para verificar las cualificaciones del solicitante, proyecto en el que Australia ya está trabajando.