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En una entrevista con un periódico local, el Ministro de Educación de Malasia, dijo que se están realizando esfuerzos para llevar a cabo un cambio a gran escala en el mundo académico. Se llevará a cabo una revisión a los Organismos Estatutarios (Disciplina y Recargos) Art. 605, de excluir a académicos de ciertas reglas gobernando a los funcionarios públicos. Esto involucra temas de libertad académica, integridad, plagio y otros.

Según la Ley del Marco Nacional de Cualificaciones de Sudáfrica (SA), la afirmación falsa o fraudulenta de un título de educación superior es un delito penal sujeto a una pena de prisión o una multa. Presumir de tener un doctorado u otro título en LinkedIn o en la biografía de Twitter, puede ser suficiente para meterse en serios problemas. Según la nueva ley, los operadores de instituciones falsas, también se enfrentarán a penas de cárcel de hasta cinco años si afirman estar registrados como instituciones educativas en Sudáfrica o en el extranjero.

La “Contratación para hacer trampa” se está convirtiendo en algo común en muchas de las universidades australianas, con una gama de servicios de fácil acceso ofreciendo terminar tareas o tomar exámenes por dinero. Algunos servicios hasta ofrecen a los estudiantes la posibilidad de seleccionar el tipo de nota, y ajustar el precio según la nota escogida. El gobierno presentó una nueva ley y la persona ofreciendo los servicios de trampa a estudiantes, podrían enfrentar dos años de prisión y una multa de $210,000.

El organismo regulador de la educación superior de la India, la Comisión de Becas Universitarias (UGC) elaboró nuevas leyes de anti-plagios, que establecen castigos escalonados según la gravedad del delito. Estos han sido muy bien acogidos por académicos – pero muchos dicen que se requieren de medidas aún más fuertes para frenar las tendencias de copia entre los estudiantes y catedráticos. A finales del mes pasado, la Comisión anunció la Promoción de Integridad Académica y Prevención del Plagio en Reglamentos de Instituciones de Educación Superior 2018.

Una investigación realizada por el ministerio de educación de Corea del Sur, ha descubierto alrededor de ochenta y dos casos donde profesores nombran a sus hijos de secundaria como coautores de documentos académicos. Según la Editorial Herald de Corea, “Es obvio por qué los profesores incluyeron los nombres de sus hijos en los reportes. El mérito de ser coautores de trabajos de investigación, les da una gran ventaja cuando buscan universidades a través de programas especiales de admisión.” El descubrimiento podría llevar a una acción disciplinaria en varios casos, ya que Corea tiene leyes estrictas en cuanto a la mala práctica en investigaciones que cubren atribuciones de derechos de autor de trabajos de investigación.

Cuando una estudiante de tercer año de artes en la Universidad de Nairobi, no pudo hacer su examen final debido a una enfermedad, su profesor accedió a que retomara el examen y le dijo que llegara a su oficina al atardecer para discutir los detalles. En lugar de recibir los datos que necesitaba, le informó que no tenía necesidad de retomar el examen y la forzó a tener sexo con él. Un estudio del 2016 sobre acoso sexual entre estudiantes universitarios de la Universidad de Kenia de Eldoret, encontró que más del 50% de estudiantes han tenido experiencias de acoso sexual y no hay políticas para abordar el problema.