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El costo del funcionamiento de las escuelas podría disminuir en 40%, si se erradicara la corrupción. Más aún, si el estilo de vida del director está más allá de lo que es dable esperar de su puesto, hay que denunciarlo. Esto podría suscitar una caza de brujas, pero es lo que se practica efectivamente en los países escandinavos, que son los menos corruptos del mundo.

El sistema se presta al abuso porque no hay medidas de verificación y de calidad por parte del Ministerio de Educación de los registros, notas y resultados. La consecuencia es que directores deshonestos recolectan pagos de derechos por los exámenes pero no los registran, afirmó la Kenya National Association of Parents (Asociación Nacional de Padres de Familia)

No se ha tomado ninguna medida contra una escuela acusada de malversar más de 7 millones de chelines que se suponía iban a ser para comprar un autobús. Durante los últimos siete años no se ha realizado ningún informe de auditoría en la escuela puesto que el director del centro no ha presentado las cuentas.

Con la reapertura de los colegios la semana pasada, los padres de niños en centros públicos de educación primaria del municipio de Kisumu le piden al gobierno que les rescate de las manos de directores desaprensivos que han convertido las escuelas en academias privadas para ayudarles a sacar dinero.

La inspectora adjunta de la Oficina de Educación del distrito de Malindi les ha pedido a los directores escolares que se aseguren de que sus estudiantes completan el plan de estudios en el plazo establecido. Declaró que si los profesores no cubren todo el plan de estudios esto será contraproducente para el rendimiento de los alumnos en los exámenes a nivel nacional. Alegó que el hecho de completar el plan de estudios a tiempo fomentará el buen rendimiento y pondrá freno a cualquier tipo de irregularidades en los exámenes.

El jueves la estación de radio Capital FM Kenia declaró que Transparencia Internacional, organismo dedicado a la lucha contra la corrupción, ha lanzado una campaña entre las escuelas de educación primaria de Kenia para enseñarles a sus estudiantes los problemas derivados de la corrupción.