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Hacer trampa en la escuela no es algo nuevo, pero las nuevas tecnologías lo han hecho más fácil. Los teléfonos móviles permiten a los estudiantes ver sus apuntes, enviar mensajes para pedir respuestas, e incluso utilizar aplicaciones de IA para resolver problemas. Educadores e instituciones desarrollan diversas medidas para combatir las trampas. Pero  ¿son suficientes para salvaguardar la integridad de los exámenes?  

Los estudiantes que hacen trampas en los exámenes se enfrentan ahora a multas de hasta 200.000 AED (más de 50.000 euros).

El gobierno indio ha presentado el Proyecto de Ley contra las trampas en los Exámenes Públicos para combatir la deshonestidad académica generalizada y preservar la integridad del sistema educativo. El proyecto de ley propone medidas estrictas como una mayor vigilancia, normas más estrictas para los supervisores y penas severas de hasta 10 años de cárcel por hacer trampas y una multa de 1 millón de rupias para los implicados en malas prácticas en los exámenes. Además, el proyecto de ley pretende crear un comité técnico nacional para mejorar la seguridad y la imparcialidad de los exámenes.

El organismo de regulación de la educación superior TEQSA interrumpió el acceso a otros 100 sitios web de fraude académico. Con estas, ya son 250 las páginas web ilegales bloqueadas en virtud de estos protocolos desde agosto de 2022. El organismo también ha desarrollado una serie de recursos para estudiantes y personal. Las leyes antifraude australianas establecen el carácter ilegal de la prestación o promoción de servicios de fraude académico. Las sanciones incluyen hasta 2 años de prisión y multas de hasta 110 000 dólares.

El Ministerio de Educación etíope está estudiando la digitalización de los exámenes de fin de estudios y de egreso de la universidad para combatir la corrupción y las trampas en el sector. Pero es necesaria una estrategia nacional para afrontar los retos asociados a un examen digital, tales como la disponibilidad de infraestructuras e instalaciones informáticas y las necesidades de seguridad.

Muchos solicitantes de empleo intentan asegurarse una plaza haciendo trampas en los exámenes, incluida la compra de hojas de examen, o pagando a otra persona para que haga la prueba en su nombre. La policía detuvo en Udaipur un autobús que se dirigía a un centro de exámenes y en el que viajaban profesores y candidatos. Se descubrió que cuatro profesores de escuelas públicas estaban resolviendo preguntas para al menos 20 candidatos. Se detuvo a 48 personas y el proceso de examen fue cancelado. Desde 2018, al menos 12 campañas de selección han sido canceladas en el estado después de que se filtrara el examen.

El Consejo de Exámenes de África Occidental (WAEC) sancionó a 13 escuelas secundarias en el estado de Gombe por casos de mala práctica en los exámenes. Desde el 2018 hasta el 2020, se descubrió que siete escuelas secundarias públicas estaban implicadas en malas prácticas en los exámenes. En el 2022, el Ministerio recibió un nuevo conjunto de seis escuelas que cometieron el mismo delito, y también fueron dadas de baja debiendo pagar a WAEC una multa de N500,000 por escuela. Según el director de WAEC, la amenaza de malas prácticas en los exámenes tuvo un impacto negativo en el rendimiento de los estudiantes en los resultados de los Exámenes para obtener el Certificado de Secundaria Superior: con un promedio general de 55,6% en el 2022 frente al 79,5% en el 2021.

La figura central de la estafa en la que padres con alto poder adquisitivo pagaban enormes sumas para hacer trampas en los exámenes estandarizados, ha sido condenada a tres años y medio de prisión federal. El cerebro de la estafa conocida como Operación Varsity Blues se declaró culpable de asociación ilícita, blanqueo de capitales, y conspiración para cometer fraude contra los Estados Unidos y fraude en el extranjero.

Varias de las mejores universidades de Australia han confirmado en un comunicado que a principios de este año fueron informadas de "un aumento significativo de certificados analíticos fraudulentos del Diploma de Enseñanza Secundaria de Ontario". Como consecuencia de ello, las universidades aceptarán estudiantes de un número seleccionado de escuelas de Ontario que hayan pasado por un riguroso proceso de verificación. La cobertura en idioma chino de las acusaciones de fraude incluía una lista de 152 escuelas que las universidades australianas habían considerado "no verificadas o no genuinas".