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El Ministerio de Educación, Juventud y Deporte ha garantizado al público la transparencia y exactitud de la corrección de los exámenes Bac II. Ha aplicado controles estrictos durante el proceso de corrección, garantizando que no se permite el uso de dispositivos electrónicos y empleando medidas de seguridad supervisadas por la Unidad Anticorrupción. El Ministerio garantiza la imparcialidad mediante procesos de calificación anónimos y una doble comprobación por parte de los redactores y un subcomité. Los resultados se anunciarán en fechas concretas y se publicarán en plataformas oficiales para mantener la transparencia.

Cuando en el 2014, el Ministerio de Educación, introdujo su política estricta de “cero trampa” para egresados escolares, muchos de los cuales habían hecho trampa a través de los años con certeza suspiraron con alivio. El ministerio ha sido aplaudido por su postura firme, después de todo, no tiene caso un sistema educativo donde se puede hacer trampa para pasar de grado. El problema es que, aunque es más difícil entrar a una universidad, salir adelante en la universidad no ha cambiado mucho. Una vez adentro – dependiendo de la institución – las oportunidades de hacer trampa están tan generalizadas como siempre. Y eso significa que algunos de los 250,000 estudiantes de educación superior no tienen que aprender para poder graduarse.

Con una orden de reformar un sistema educativo severamente defectuoso, que produce graduados universitarios que han pagado por sus notas, en lugar de haber estudiado; el Ministro de Educación de Camboya, llegó a medidas extremas para limpiar la corrupción y soborno en el examen de admisión la Universidad Nacional de Camboya.