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Kenia ha hecho pública una nueva normativa y ha advertido a más de 200 instituciones acerca de las medidas enérgicas que se van a tomar contra 21 gestores que se enfrentan a cargos penales por operar escuelas universitarias ilegales, habiendo ya cerrado 63 de ellas a lo largo del último año. Dicha acción sigue los pasos de los planes del gobierno para financiar a las instituciones en un sector tan clave como es el de la educación, para ayudarles a hacer frente a la alta demanda de universitarios bien capacitados.

Entre denuncias de trampas masivas en exámenes de universidades y la existencia de universidades deshonestas, la Comisión para la Educación Universitaria ha sido criticada por no haber actuado y regulado el sector de la educación superior. Pero este mes la comisión salió de la sombra, ordenando a 10 universidades a cerrar, en lo que puede convertirse el punto de partida para salvar el sistema de educación superior del país. Ahora un regulador ha cerrado 10 de 13 campos de la Universidad de Kisii, una de las universidades públicas de mayor crecimiento, potencialmente amenazando la existencia de la institución.