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Pedagogos de Nairobi piensan que un gran número de estudiantes universitarios buscan los servicios de otras personas para que les escriban sus trabajos de clase y sus tesis, minando así la calidad de las instituciones de educación superior. Al parecer dichos negocios académicos fraudulentos se están multiplicando por todas las universidades. Si bien este tipo de negocio no es un nuevo fenómeno, sí lo es el hecho de que estén creciendo al mismo ritmo que el número de estudiantes inscritos en las universidades.

La inspectora adjunta de la Oficina de Educación del distrito de Malindi les ha pedido a los directores escolares que se aseguren de que sus estudiantes completan el plan de estudios en el plazo establecido. Declaró que si los profesores no cubren todo el plan de estudios esto será contraproducente para el rendimiento de los alumnos en los exámenes a nivel nacional. Alegó que el hecho de completar el plan de estudios a tiempo fomentará el buen rendimiento y pondrá freno a cualquier tipo de irregularidades en los exámenes.

Kenia ha hecho pública una nueva normativa y ha advertido a más de 200 instituciones acerca de las medidas enérgicas que se van a tomar contra 21 gestores que se enfrentan a cargos penales por operar escuelas universitarias ilegales, habiendo ya cerrado 63 de ellas a lo largo del último año. Dicha acción sigue los pasos de los planes del gobierno para financiar a las instituciones en un sector tan clave como es el de la educación, para ayudarles a hacer frente a la alta demanda de universitarios bien capacitados.

Las universidades de dos países del África Oriental, Kenia y Tanzania, son blanco de las críticas a causa de haber concedido de manera pródiga títulos honorarios - en algunos casos supuestamente por dinero y en otros a cambio de influencia