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El plagio podría poner en peligro el valor de una titulación de la Universidad de Oxford debido a que cada vez son más los estudiantes que copian grandes fragmentos de trabajos de Internet y los presentan como propios, según advierte la propia universidad. Muchos de los casos de plagio remitidos a la oficina del procurador implicaban a estudiantes internacionales cuya lengua materna no era el inglés.

Según un informe, los responsables de una Facultad de Ciencias Empresariales junto con una junta examinadora se han visto envueltos en un caso de expedientes académicos falsos. Los funcionarios de la facultad proporcionaban resultados y expedientes falsos a personas que querían viajar al extranjero para realizar estudios superiores, por un precio que según afirman no bajaba de los 2.000 dólares americanos.

Algunas escuelas de idiomas están siendo utilizadas para vender documentos falsos que permitirían a los inmigrantes obtener visados de estudiante. Algunos pagan hasta 600 libras por las falsificaciones y las incluyen en las solicitudes de visado para ampliar su estancia. Más de la mitad de los 83 colegios de idiomas inspeccionados recientemente podrían ser cerrados. Hasta 50.000 estudiantes podrían estar utilizando este tipo de estafas para quedarse en el país ilegalmente.

El politécnico federal expulsó a 162 estudiantes acusados de malas prácticas, pertenencia a grupos sectarios y pobre rendimiento académico durante el año académico 2004-2005. Los estudiantes fueron expulsados por su mala conducta durante los exámenes.

El Ministerio de Educación ordenó la auditoría de los responsables de las universidades a partir de 2007. Los analistas afirman que la medida está destinada a refrenar la corrupción, tras la reciente revelación de varios casos de desfalco. En 2006, el ex presidente de la Universidad de Tianjin fue destituido de su puesto de diputado en el Congreso Nacional del Pueblo por su responsabilidad en la pérdida de US$ 12 millones en la institución a su cargo.

Tras varios informes periodísticos que señalan que miles de egresados de la Universidad de Makerere podrían haber cometido fraude, varios empleadores han recurrido a la oficina de transcripción para verificar los títulos universitarios. Según un empleado de la Oficina de Registro Académico, banqueros, funcionarios de aduana y periodistas han conseguido puestos que nunca deberían haber obtenido.