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La Universidad Hunan de Tecnología en China central, introdujo una nueva herramienta gratuita para limitar el plagio en los campus. Los estudiantes podían revisar su tesis final con una base de datos en línea y ver qué tanto del contenido se había copiado de publicaciones existentes. Un ex director del Instituto de Control y Prevención de Enfermedades, del Ejército de Liberación Popular, copió el trabajo de otro estudiante de doctorado en su tesis final. Lo encontraron culpable del plagio doce años después y le quitaron su título

Universidades en China y otras partes de Asia están haciendo alianzas globales para promover las prácticas éticas en inteligencia artificial o IA, las cuales previamente estaban siendo estudiadas en centros de investigación universitarios de una manera fragmentada. Esencialmente, todavía no hay lineamientos internacionales ni estándares para la investigación ética, diseño y uso de IA y sistemas automatizados. Las universidades chinas en particular, están produciendo grandes números de investigadores especializados en IA, quienes prefieren quedarse en el país y trabajar para gigantes tecnológicos como Alibaba, Tencent y Baidu – compañías que reúnen y utilizan enormes cantidades de informaciones del consumidor con pocos límites legales.

Los autores que acusaron un sitio web de vender sus disertaciones sin su consentimiento, no pueden demandar que dichas tesis sean eliminadas de la plataforma ya que la venta no constituye violación de derechos de autor, ni propiedad intelectual, según los expertos. Muchos de los graduados, que dijeron que sus tesis están siendo vendidas sin su consentimiento, añadieron que el sitio web está violando sus derechos de propiedad intelectual y causando daños psicológicos y económicos. Sin embargo, a menos que los autores puedan probar que estas copias fueron pirateadas, no pueden demandar a esta tienda para que paren de vender las copias.

Esto es lo que ofrece una ley aprobada el pasado otoño, con el fin de combatir niveles endémicos de trampa durante el Gaokao, los exámenes nacionales de China, que determinan el futuro profesional de sus candidatos. Siguiendo la adopción de la ley, estudiantes que sean sorprendidos haciendo trampa o acusados de hacer trampa, pueden enfrentar siete años en una cárcel del estado. La ley aprobada el otoño pasado, también hace de la trampa, un crimen. Es por eso, que el pasado 7 de junio, el día del Goakao, las autoridades chinas ordenaron un despliegue de 768 policías, encargados de supervisar los 96 centros de exámenes en el país.

21 personas han sido arrestadas después que autoridades de E.U. formaron una universidad falsa para descubrir fraude de inmigración. Oficiales dijeron que los acusados sabían que la Universidad de Nueva Jersey del Norte no existía, pero que no estaban conscientes que era una artimaña dirigida por los agentes de inmigración. La fiscalía confirmó que los acusados actuaron como intermediarios buscando mantener estudiantes y visas de trabajo. Los afectados fueron más de 1,000 extranjeros, casi todos provenientes de China y la India.

En una semana a finales del 2015, cinco presidentes o vice-presidentes de cuatro de las universidades más prestigiosas de Pekín fueron castigados o penalizados por violar leyes y reglamentos del Partido Comunista con estafas y corrupción. En el 2015, un total de 52 miembros de altos mandos y eruditos de universidades fueron amonestados con cargos similares por la Comisión del Partido Central de Inspección Disciplinaria, o CCDI, como parte de la campaña de anti-corrupción en universidades iniciada en el 2013.