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un reconocido especialista en investigación de la obesidad se declarará culpable por haber formulado falsas declaraciones en la solicitud de un subsidio de US$ 542.000 al National Institute of Health de los EE.UU. en 1999. El investigador, quien ejercía varios cargos en la Escuela de Medicina de la Universidad de Vermont (UVM) en Burlington podría ir a la cárcel hasta por cinco años.

El Departamento de Educación ha puesto en marcha una página Web que cuenta con una lista de 6.900 instituciones académicas acreditadas por una agencia de acreditación o autorización del Estado. La página Web está diseñada para ayudar a los empleadores a distinguir entre las instituciones acreditadas de educación superior y las instituciones no acreditadas, comúnmente llamadas "fábricas de títulos", que ofertan grados falsos.

El jurado de inculpación federal de Kansas acusó hace un mes a un ex entrenador de baloncesto de una facultad de haber arreglado que sus jugadores recibieran créditos académicos fraudulentos y haber robado US$ 120.000 en Pell Grants. El ex entrenador se expone a un total de 51 años de prisión y más de US$ 1,5 millones en multas si se lo encuentra culpable de todos los cargos.

Los sitios populares de subastas existentes en la Web, tal como eBay, podrían estar contribuyendo al aumento vertiginoso del número de casos de plagio en las universidades británicas. Un número cada vez mayor de estudiantes recurren a sitios destinados a la compra y venta de disertaciones y ensayos en la Web. Las presentaciones en "powerpoint" y vistas fijas han aparecido como las nuevas formas de trabajo que atraen a compradores en la Internet.

La Autoridad de Calificaciones de Escocia utilizará técnicas de impresión altamente sofisticadas para combatir el fraude en las titulaciones. Los resultados se imprimirán en un tipo de papel de pergamino pesado con marcas secretas conocidas solo por la impresora y la institución que expide los galardones, con el fin de hacer aún más difícil las falsificaciones. El servicio de admisiones de la universidad británica admitió en 2004 haber impedido la entrada de 1.000 estudiantes tras demostrar que sus solicitudes incluían calificaciones falsas.

Un informe dirigido por el Proyecto para la Ética en los Exámenes (en inglés Exam Ethics Project - EEP) en el que se sometió a examen el índice de malas prácticas durante los exámenes de estado y las seis zonas geo-políticas, ha revelado que se ha producido un aumento del 40 por ciento de las mismas entre los años 2003 y 2004, como contraposición al correspondiente aumento del 276 por ciento que se produjo entre los años 1999 y 2004.

Dos estudiantes de la Universidad Estatal de Gombe han sido expulsados por mala práctica en los exámenes. El Vicerrector de la Universidad aprobó la expulsión inmediata de dichos estudiantes por permitir que otras dos personas hicieran dos exámenes, Inglés y Matemáticas, en su nombre.

No menos de 23 estudiantes del Politécnico de Ibadán fueron expulsados por prácticas dolosas en los exámenes, mientras que otros 78 fueron suspendidos como parte de lo que una autoridad de la institución describió como una campaña continua de limpieza.

Casi una tercera parte de los estudiantes sondeados en Serbia declararon que sobornarían a alguien si esa fuera la única manera de aprobar un examen, según un estudio dirigido por el Sindicato de Estudiantes de Serbia. Un 69 % haría trampas en sus exámenes si tuvieran la certeza de que no les iban a pillar, mientras que un 53 % dijo que no se sentirían mal por copiar y hacer trampa. Siete de cada diez estudiantes declararon que existe corrupción en los procesos de matriculación y el 79% sabe de gente que copia en los exámenes.

Según el estudio "Las universidades ficticias, títulos imaginarios - Suecia y el mundo", se ha detectado un aumento en el número de solicitantes de empleo sorprendidos intentando hacer pasar títulos falsos como auténticos, con más de 30 casos reportados en los últimos dos años. Según la Agencia Nacional para la Educación Superior, hay más de 800 universidades falsas basadas en la Web. El estudio recomienda el uso de una base de datos digital que los empleadores puedan acceder para verificar las cualificaciones del solicitante, proyecto en el que Australia ya está trabajando.