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El Presidente ha ordenado una auditoría de cómo las escuelas públicas de primaria y secundaria han gastado los billones que se les dieron para la enseñanza a lo largo de los años. Fondos para la Educación primaria fueron distribuidos en el 2003, con cada niño recibiendo Sh1,020 por año. En el 2014, el gobierno incrementó el FPE a Sh1,420 para inscripciones de aproximadamente 10 millones de niños, en 23,000 escuelas públicas de primaria. Anualmente esto tiene un costo de Sh 14 billones.

La falsificación de boletines de notas para conseguir la admisión en colegios privados de Kigali se encuentra en la lista de retos más importantes que obstaculiza la calidad en la educación. En su discurso durante un taller relacionado con la educación organizado por el Consejo de la Ciudad de Kigali, un activista de la educación de El Poder de la Educación, una sociedad civil local, reveló que un estudio reciente indicaba que más de 100 estudiantes de varias escuelas de la ciudad solían falsificar sus boletines de notas para conseguir ser admitidos.

El Consejo Estatal de Educación Superior está trabajando para endurecer las políticas de admisión de estudiantes internacionales después de que una auditoría detectase transcripciones y títulos falsos de varios estudiantes chinos presentados ante la Universidad Estatal de Dickinson.

Una vez llevado a cabo un estudio exhaustivo, la magnitud y alcance del fraude cada vez queda más patente. Por ejemplo, las investigaciones realizadas sugieren que la mayoría de las solicitudes presentadas por aquellos países emisores de grandes cantidades de alumnos o bien están infladas o directamente son fraudulentas. Como resultado, decenas de miles de alumnos internacionales, habiendo superado los obstáculos de visado y admisión, consiguen matricularse en cualquier lugar del mundo utilizando expedientes académicos, declaraciones de apoyo financiero, cartas de recomendación o resultados de evaluaciones falseados.

En 2007, Transparencia Internacional asignó a Viet Nam un pésimo puntaje de 2,6 en una escala de 1 a 10, donde 10 era el menos corrompido. La corrupción tiene un carácter epidémico en Viet Nam: el soborno para el ingreso a las escuelas, los exámenes o las evaluaciones son moneda corriente. Las prácticas corruptas son la norma, en lugar de ser la excepción. Durante una encuesta informal en las aulas, más del 95% de los estudiantes reconoció haber hecho trampa por lo menos una vez en la clase y todos habían observado situaciones en las que otros estudiantes habían hecho trampa.