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Miles se avocaron a las calles apoyando a una de las mejores estudiantes en un caso potencial de injusticia y corrupción. La estudiante que logró notas casi perfectas en años anteriores, obtuvo cero de 100 en los siete exámenes que presentó. La familia cree que ella es víctima de la corrupción y que sus exámenes fueron intercambiados con los de otro estudiante.

El estado de las escuelas públicas de Egipto es un indicador esencial de las formas en que la revolución egipcia no ha alcanzado a sus ciudadanos. Es más, las clases privadas se han convertido en un hecho del sistema educativo de Egipto. Un número de maestros han admitido, extraoficialmente, que enseñan lo mínimo posible en la clase para poder recuperar a esos mismos estudiantes en clases particulares. Según cálculos, familias egipcias invierten más de 1 billón de dólares en clases particulares para compensar el pobre nivel de educación: un costo que viene siendo casi un cuarto del ingreso familiar.

La divulgación en línea de los exámenes de admisión de secundaria, ha llevado a interrupciones nacionales en Egipto y Argelia. A pesar de promesas de parte de autoridades para garantizar que los exámenes están seguros, en ambos países, preguntas de exámenes han sido fugadas antes de la toma de exámenes por años. En octubre, el Presidente Abdel Fattah El-Sisi, decretó que habrían sentencias de prisión para la divulgación no autorizada de materiales de evaluación. Pero los decretos han fracasado en su intento de impedir a grupos de Facebook a fugar las preguntas.