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Un profesor de Nottingham ha recopilado 3,800 informes sobre la corrupción en el sistema escolar internacional, que tratan de nepotismo, fraude y trampa. En Inglaterra, destacaron la “reforma” estructural, con su derroche de dinero en escuelas gratuitas que nunca abren, los horribles costos de las continuas Iniciativas de Financiación Privadas (PFIs), y la forma en que las escuelas se enfrentan entre sí para sobrevivir. Ejemplos incluyen un jefe académico diciendo a los maestros que hagan trampa en los exámenes y la reubicación generalizada de los estudiantes para mejorar el rendimiento académico

Las cifras para el año académico 2017-2018, del organismo de control de la evaluación Ofqual, muestran 1,539 sanciones por malas prácticas en las calificaciones profesionales, de las cuales el 55% corresponden a estudiantes, el 39% al personal y el 6% a escuelas y universidades. Se impusieron 606 sanciones al personal, siendo el delito de “asistencia inapropiada a candidatos”, el más común, sumando el 75% de todas las sanciones. Solo el 7% de las sanciones impuestas al personal consistieron en suspensiones o prohibiciones. En 45% de los casos, el personal recibió una advertencia por escrito, mientras que el 41% de las sanciones involucraron más capacitación. El tipo de trampa más común es el plagio, que representó el 46% de todas las sanciones estudiantiles, seguido por el 19% de uso de teléfonos celulares u otros dispositivos de comunicación en los exámenes.

Según un informe llevado a cabo por universidades del Reino Unido, las instituciones de educación superior deben dejar de redondear las notas límites y evitar descartar módulos básicos o finales. Esto responde a una advertencia del Ministro de Universidades, en las que demasiadas instituciones se sentían presionadas a bajar sus estándares de admisión. El informe establece seis medidas para garantizar la transparencia en el cálculo de las notas finales y el uso de un solo algoritmo para calcular la nota final que reciben los estudiantes.

La Agencia de Control de Calidad (QAA), informa que la pandemia ha demostrado cuán innovador y adaptable puede ser el mercadeo de las fábricas de ensayos, mediante la publicidad de descuentos y “sugiriendo que pueden llenar un vacío resultante de una falta de supervisión, o hasta ofreciendo escribir ensayos para ayudar a los estudiantes a mantenerse sanos.” Según la QAA, las universidades deben encontrar una manera de prevenir o atrapar a los tramposos en evaluaciones de distanciamiento físico.

Durante los exámenes en internet, la Universidad de Gante recibió una advertencia que estudiantes habían hecho trampa, compartiendo respuestas correctas por medio de vehículos en línea. Después de la evaluación de la evidencia, la Universidad declaró que los cuatro exámenes quedaban sin validez para todos los estudiantes, incluyendo para aquellos que no copiaron. Los estudiantes responsables por la organización del fraude serán sancionados, obtuvieron un cero sobre 20 en los exámenes y fueron excluidos de cualquier repetición.

Desde el brote del coronavirus, la escuela de negocios HEC, ha introducido un sistema de monitoreo electrónico para exámenes, que percibe los más mínimos movimientos y detecta posibles tramposos. La Comisión Nacional de Informática y Libertades Cívicas, incautada por estudiantes de varias instituciones de educación superior, garantizará la legalidad de estos monitores virtuales.

Para garantizar la integridad académica y la legitimidad de las evaluaciones y exámenes durante la crisis sanitaria del COVID-19, la Universidad Complutense de Madrid, no tuvo que incorporar nuevas tecnologías, sino que aprovechar los medios digitales remotos que se han utilizado por mucho tiempo. Para evitar el fraude, la identidad de los estudiantes es verificada durante exámenes orales, usando herramientas de videoconferencia, y códigos de acceso personales e intransferibles. Esto es realizado bajo el monitoreo de Servicios de Informática. Para pruebas escritas a mano, los estudiantes envían un texto a mano escaneado al Campus Virtual de la Universidad.

Debido a la pandemia del coronavirus, la mayoría de las universidades han decidido implementar los exámenes de medio trimestre de manera remota, pero esto está causando grandes dificultades para organismos educativos que no pueden neutralizar al gran número de tramposos. Desde Google hasta compañeros de clases que publican la mitad de las respuestas en Facebook, estudiantes de toda Francia se jactan públicamente de la copia durante los exámenes.

Según el jefe de la Agencia de Garantía de Calidad de la Educación Superior (QAA), las fábricas de ensayo se han convertido en un “asunto de salud y seguridad pública”, afectando a toda la sociedad. Si los estudiantes hacen trampa en sus licenciaturas, habrá personas que entran a las profesiones cuando no están calificadas para realizar el trabajo que se requiere. Esta práctica se está extendiendo a estudiantes de sexto grado que buscan a las fábricas de ensayo para completar sus trabajos escolares.