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Universidades públicas y privadas de Corea del Sur han estado protagonizando prácticas de contabilidad "indirecta" que elevaban de forma desorbitada los derechos de matrícula, según ha informado la Agencia Estatal de Auditoría. Tras llevar a cabo una investigación en 35 universidades elegidas al azar, de las cuales nueve eran instituciones públicas, la Junta de Auditores e Inspección llegó a la conclusión de que las instituciones llevaban cinco años manipulando de forma habitual su contabilidad para justificar subidas notables en los costes de las matrículas.

El Gobierno adoptará medidas más estrictas para verificar la validez de los diplomas académicos de otros países y endurecerá su control sobre las universidades que contraten a personal con este tipo de cualificaciones.

La política de educación y los planes de reforma de la administración tienen la atención puesta en dos palabras claves: autonomía y competencia. Ahora, estas dos palabras son bienes escasos debido a la ola de escándalos de corrupción que está sacudiendo al sector educativo, como bien ilustra el antiguo máximo representante de la profesión docente en Seúl.

A medida que los resultados académicos mejoran debido a que el currículo nacional se caracteriza por su coherencia y continuidad, el gobierno está preocupado por el aumento de los gastos en clases particulares, lo que podría ampliar la brecha entre estudiantes pobres y ricos. Por consiguiente, se están difundiendo programas gubernamentales de tutoría en línea a fin de competir con las empresas especializadas en servicios de enseñanza.

El Ministerio de Educación investigará a escuelas privadas acerca de ciertas irregularidades detectadas en la lucha contra la corrupción. En breve, el ministro de educación y la Junta Auditora y de Inspección seleccionarán conjuntamente escuelas privadas que sean sospechosas de mala gestión en sus escuelas. Solo investigarán aquellas en las que exista la sospecha de mala gestión y corrupción, en lugar de realizar una investigación aleatoria.

Alrededor de 50 Profesores de lengua Inglesa de Canadá han sido arrestados bajo sospecha de estar trabajando de manera ilegal o de tener cualificaciones fraudulentas. Según datos oficiales el número de profesores de inglés que trabajan de forma legal en Corea del sur asciende a 7.800. El número de los que trabajan sin la documentación pertinente se cree que ronda los 20.000.