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El Presidente de Zimbabue ha financiado una universidad militar, utilizando los beneficios provenientes de minas de diamantes, muchas de las cuales han sido acusadas de violar los derechos humanos. Dicha universidad acogerá a miembros de alto rango militar. Muchos han visto en este gesto un intento del Presidente de reforzar su posición dentro del ejército.

Se considera la posibilidad de implementar nuevas leyes que pongan freno a los alumnos que copian en los exámenes universitarios de China ya que los problemas relacionados con el plagio, falsificaciones, mentiras en cuanto a credenciales y trabajos de investigación así como otras malas conductas siguen fuera de control en la educación superior. Algunos expertos han declarado que las campañas anticorrupción lideradas por el gobierno son algo común en tiempos de descontento popular, para así apaciguar a los ciudadanos.

Un catedrático chino despedido por su Universidad e inhabilitado del Programa de Contratación de Expertos Globales de China por copiar su curriculum vitae y artículos académicos de otros tres académicos que tenían su mismo nombre. Tanto el catedrático, de 39 años de edad, como la Facultad de Tecnología Química de Beijing han admitido que había falsificado su formación académica, su experiencia laboral y sus artículos publicados.

Un hombre estuvo varios meses suplantando la identidad académica de un profesor adjunto de la Universidad de Yale que tenía el mismo nombre que él. Esta persona se unió al equipo de profesores de la Universidad de Tecnología Química de Pekín en noviembre. En su currículum aparecían siete artículos publicados por revistas académicas de lengua inglesa de alto prestigio, pero se ha descubierto que dichos artículos no han sido escritos por él sino por un profesor adjunto de la Universidad de Yale".

Los estudiantes chinos llevan décadas viajando a Estados Unidos para estudiar, pero en los últimos años su número ha aumentado de forma muy notable. Muchos de ellos solo tienen un conocimiento básico de las universidades extranjeras y afrontan grandes dificultades para encontrar sentido a aplicaciones de gran complejidad. Como resultado, en el país ha comenzado a proliferar una industria de agentes educativos dedicados a orientarles y, en algunos casos, a hacer lo que sea absolutamente necesario para asegurarse de que sean aceptados.

Hasta en las mejores universidades del país, el plagio y la falsificación de datos impiden que el país consiga avances en la ciencia, declara un catedrático de matemáticas de reputación mundial.

Las universidades no consiguen tomar medidas más estrictas con el plagio a pesar de una circular sin precedentes que el ministerio de educación les envió hace un año responsabilizándoles de investigar y ocuparse de las extendidas malas prácticas.

Cuando los profesores universitarios necesitan crearse informes de investigación para conseguir un ascenso, muchos acuden a un escritor en la sombra, escribe Gillian Wong para Associated Press.

Una amplia demanda de trabajos académicos escritos en nombre de otra persona en período previo a la graduación y declaraciones de que hay gente que paga por tener artículos escolares publicados están preocupando a los detractores, que temen que la multillonaria industria del yen esté poniendo más difícil que nunca el evaluar las capacidades de los licenciados.