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Cada vez más estudiantes plagian y compran ensayos en línea. Según una de varias empresas que negocian trabajos académicos "confeccionados" y otros redactados "a la medida", venden entre 500 y 1.000 ensayos por semana, principalmente a estudiantes extranjeros que estudian en el Reino Unido. El precio mínimo es de £50.

Los comités de exámenes dan cuenta de un fuerte aumento del número de adolescentes que copian en los exámenes públicos. El año pasado, más de 2.500 alumnos perdieron notas por violar las reglas en los exámenes de "GCSE" y "Advance-levels" –un aumento de 9% en relación con 2003–. Más de 900 estudiantes fueron sorprendidos plagiando sus deberes. Se ha aplicado un total de 1.013 castigos por uso inapropiado de los teléfonos móviles –16% más que en el mismo período del año pasado.

El nuevo examen Matura, diseñado para ser más objetivo y asegurar que un exceso de familiaridad entre estudiantes y profesores ya no sea un factor decisivo, se enfrenta a críticas. Los exámenes ahora llevan un código y quien sea sorprendido copiando será suspendido automáticamente. Aún así, los estudiantes pueden elegir el tema de la presentación oral antes del examen. Esto ha creado un mercado para presentaciones ya hechas que han aparecido en Internet a unos precios que oscilan entre 30 y 165 dólares.

El recién introducido sistema de exámenes para los estudiantes que acaben la educación secundaria se enfrenta a un escándalo de corrupción a causa de una 'filtración' de las preguntas. Este año los exámenes son más importantes que nunca porque también servirán como exámenes de acceso a la universidad. Las preguntas de tres de las cinco pruebas obligatorias aparecieron la noche anterior a la primera prueba. Aunque es imposible saber cuántos de los 87.500 estudiantes que se graduaban obtuvieron las preguntas de forma ilícita, todo apunta a que fueron la mayoría.

Casi una tercera parte de los estudiantes sondeados en Serbia declararon que sobornarían a alguien si esa fuera la única manera de aprobar un examen, según un estudio dirigido por el Sindicato de Estudiantes de Serbia. Un 69 % haría trampas en sus exámenes si tuvieran la certeza de que no les iban a pillar, mientras que un 53 % dijo que no se sentirían mal por copiar y hacer trampa. Siete de cada diez estudiantes declararon que existe corrupción en los procesos de matriculación y el 79% sabe de gente que copia en los exámenes.

El gobierno irlandés ha advertido a las autoridades de educación de Malasia contra una institución de educación superior privada que se encuentra cerca de Kuala Lumpur. Según el Embajador irlandés en Malasia, la Universidad Internacional Irlandesa o Irish International University no ofrece ningún curso ni clases en Irlanda y no es una Universidad irlandesa.

El Gobierno insta a que los exámenes se escaneen con una aplicación informática especializada como parte de una campaña de lucha contra el plagio en Internet protagonizada por estudiantes de secundaria en sus cursos obligatorios. La Autoridad de Cualificaciones y Curriculum advierte que las juntas de exámenes parecen estar fallando a la hora de detectar el engaño, a pesar de que el número de casos de fraude es cada vez mayor. El año pasado 3.600 adolescentes fueron sorprendidos violando normas, lo que supone un aumento del 9 % con respecto al año anterior.

El plagio podría poner en peligro el valor de una titulación de la Universidad de Oxford debido a que cada vez son más los estudiantes que copian grandes fragmentos de trabajos de Internet y los presentan como propios, según advierte la propia universidad. Muchos de los casos de plagio remitidos a la oficina del procurador implicaban a estudiantes internacionales cuya lengua materna no era el inglés.

Un tercio de los estudiantes admite cometer engaños en la universidad, copiando ideas de libros o Internet, según una encuesta. De una población de 1.022 estudiantes de pregrado de 119 universidades y centros de secundaria, el estudio reveló que uno de cada seis estudiantes reconocía copiar el trabajo de sus compañeros, mientras que el 10 % admitía buscar documentos en Internet. Según este mismo estudio, los estudiantes hombres son más propensos a copiar el trabajo de sus amigos (21 %) que las estudiantes mujeres (14 %).