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En Bangladesh, el fraude académico se desarrolla en proporciones épicas, desde copiar música hasta copiar tareas y comprar tesis. La contratación de copia y plagio no solo se ha generalizado entre los estudiantes, sino que también es practicada por los miembros de la facultad de la Universidad de Dhaka. También han habido incidentes, donde la rama estudiantil de un partido político obligan a los profesores a aprobarles el examen después de contestar erróneamente y a veces hasta sin llegar a tomarlo.

La Universidad Hunan de Tecnología en China central, introdujo una nueva herramienta gratuita para limitar el plagio en los campus. Los estudiantes podían revisar su tesis final con una base de datos en línea y ver qué tanto del contenido se había copiado de publicaciones existentes. Un ex director del Instituto de Control y Prevención de Enfermedades, del Ejército de Liberación Popular, copió el trabajo de otro estudiante de doctorado en su tesis final. Lo encontraron culpable del plagio doce años después y le quitaron su título

Según una nueva investigación, los estudiantes no comprenden qué es el plagio y por qué deben evitarlo. Un investigador de la Universidad de Otago, cree que las universidades podrían tener que reconsiderar sus políticas de plagio y cómo pueden “influenciar o confundir a los estudiantes de manera contraproducente”. El estudio cualitativo, publicado en el Diario de Educación Superior encontró que, aunque “conscientes del plagio como un concepto” y creyendo que aquellos que “intencionalmente copian están engañando a todos”, los estudiantes ignoran el potencial de las implicaciones del plagio involuntario.