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Una investigación en una escuela de la Ciudad de Baltimore encontró que los administradores tramaron para inflar las matrículas, presionaron a los maestros para cambiar calificaciones y programaron a los estudiantes en clases que no existían. Durante tres años, cerca de 100 estudiantes permanecieron en las listas, pero no asistieron a la escuela. La escuela operaba cursos vespertinos y de verano diseñados para que los estudiantes pudieran recuperar créditos, pero los cursos no cumplieron con los estándares. En algunos casos, profesores no cualificados fueron asignados a enseñar, y en otros casos, miembros del personal fueron nombrados profesores de una clase que nunca dieron.

Los auditores estatales reportan fraude, malversación de fondos, activos y otras prácticas ilegales fiscales bajo el programa de bonos del Distrito Escolar Unificado de El Rancho. Entre mayo 2015 y febrero de 2019, los investigadores dicen que hubo dos problemas en la forma en que el distrito contrató a los contratistas: la Junta de Educación estaba demasiado involucrada y el público poco informado, y el proceso de contratación carecía de transparencia y estaba teñido de corrupción.

Dos profesores fueron acusados por utilizar su negocio de preparación de exámenes para ayudar a la gente a hacer trampa en los exámenes de certificación de maestros del estado. Las acusaciones incluyen 108 cargos de fraude electrónico y tres cargos de robo de secretos comerciales. Según la Fiscalía, la pareja tomó varias veces los exámenes de Liderazgo Educativo y los exámenes de certificación de profesores de Florida, junto con otros empleados memorizaron las preguntas y respuestas con el fin de diseñar una guía de estudio.

El fundador y director de la escuela “St. Louis College Prep Charter” se declaró culpable de tres cargos de fraude electrónico relacionados al plan de estafar y obtener fondos de educación del estado de Missouri. De 2011 a 2018, infló las cifras de asistencia de los estudiantes al reclamar falsamente días y horas regulares como escuela de verano y horas de recuperación, desviando $2,400,000 de una fuente infinita de dólares para la educación.

El Ministerio de Educación informa que está prohibido cualquier tipo de contribución económica por parte de los padres de familia, para la adecuación de fachadas de aulas u otros gastos por la finalización del año escolar; conforme lo establecen la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) y los lineamientos Gubernamentales sobre medidas de previsión, contención, estabilidad emocional y económica de la comunidad educativa. Esta cartera de Estado garantiza el derecho a la gratuidad de la educación, realiza el seguimiento a las irregularidades y aplica correctivos a los infractores.

A pesar de los esfuerzos de los maestros por prevenir el uso de celulares durante los exámenes, los estudiantes confiesan que están dispuestos a cualquier cosa, para “obtener una buena nota,” incluyendo copiar, mentir, tomar atajos, esconder hojas de copia. Para exámenes de lenguajes, el traductor de Google se ha convertido en una herramienta importante para que los estudiantes hagan trampa.

Tras denuncias de trampa y fraude, la Academia de Secundaria de Livingston despidió a una jefe de maestros y un director renunció. Una auditoria reciente, reveló que hubo violaciones de admisión y de políticas académicas. La profesora acusada, cultivó la deshonestidad académica en sus clases al proporcionar cartapacios con preguntas y respuestas para que los estudiantes las usaran al completar sus tareas y exámenes.

Honduras presenta una plataforma web para que los docentes denuncien casos de corrupción. Esta plataforma pretende erradicar los casos de corrupción en el sistema educativo nacional a través de una herramienta de fácil uso que puede utilizarse incluso desde un dispositivo móvil.

Datos de la Oficina de los Derechos Civiles del Departamento de Educación, muestran que, el 29 por ciento de los profesores se consideraron ausentes de manera crónica, faltando a clases por más de 10 días en 2015-2016. Esto es casi el doble del 15% de los estudiantes que están crónicamente ausentes. En consecuencia, un número de distritos escolares incluyeron medidas de ausentismo docente y estudiantil en sus sistemas de responsabilidad escolar.