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Más de 75 estudiantes fueron acusados de infringir el Código de Honor de los cadetes de West Point en un examen de matemáticas mientras estudiaban a distancia debido a la pandemia del coronavirus. Los que admitieron haber hecho trampa, han sido enviados a un programa de rehabilitación de seis meses y estarán a prueba durante el resto de su estancia en West Point. Este ha sido el mayor escándalo de trampa en West Point desde 1976, cuando 153 cadetes fueron expulsados o renunciaron por copiar en un examen de ingeniería eléctrica.

En los tres meses antes del 15 de marzo, la compañía ProctorU, que monitorea las pruebas remotamente, confirmó 2,547 casos de trampa. En los tres meses posteriores, cuando la pandemia provocó que los campus de los Estados Unidos se trasladaran a clases en línea, Proctor U, confirmó 57,597 incidentes de trampa. Los expertos en ética dicen que los estudiantes que buscan sus respuestas en Google tienen una ventaja injusta sobre aquellos que no lo hacen. Este mismo comportamiento en estudiantes de medicina o pilotos aprendices tienen consecuencias más graves, porque pone en peligro la vida de otros.

Según una encuesta reciente de estudiantes de Mercer Country Community College, el 64% dijo que se sentían más inclinados a hacer trampa desde que las clases son en línea. Aunque MCCC usa el software de Honorlock para detectar las búsquedas en dispositivos cercanos, reconoce palabras verbales claves, y rastrea los movimientos de los estudiantes, el Comité de Integridad Académica de la Universidad (AIC) encontró 45 casos de trampa.

El asistente del decano de estudiantes reportó 292 casos de deshonestidad académica durante el año académico 2019/20 en el campus de Atlanta. Para el presente año, desde el 1 de julio hasta el 5 de noviembre, 268 casos más. Con el aumento del uso de tecnología y aplicaciones como GroupMe, las universidades de todo el país tuvieron que integrar las trampas via GroupMe en sus políticas de honestidad académica

El Instituto Josephson realiza una encuesta de estudiantes de secundaria cada dos años, informando que, aunque el 50% de los estudiantes admiten hacer trampa, el 93% están «satisfechos con su propio carácter y ética». Un profesor de la Universidad de Rutgers también sugiere que la mitad de sus estudiantes hacen trampa al menos una vez al año. A fin de demostrar un frente mundial unido en contra de la trampa, las instituciones miembros del Centro Internacional para la Integridad Académica participan en el 5º Día de Acción Anual contra las trampas contractuales.

El Centro de Conducta Estudiantil de la UC Berkeley, ha recibido más de 300 denuncias académicas de supuesta mala conducta durante el semestre de otoño, y como resultado, los profesores han actualizado sus políticas de mala conducta. El presidente del Senado Académico de la UC de Berkeley recomendó que los miembros de la facultad usen programas en línea para detectar los casos de mala conducta, se registren en sitios web para observar la colaboración durante los exámenes y que usen evaluaciones frecuentes y de menor importancia.

Un estudio llevado a cabo por Visual Objects, reveló que el 52% de los estudiantes anticipan una trampa generalizada y violaciones a la integridad académica, mientras experimentan el aprendizaje a distancia. Mantener estándares académicos ha sido reemplazado por una búsqueda poco ética de notas más altas, a costas de la verdadera educación y el carácter personal. Por ejemplo, en la escuela secundaria Staples, los maestros pueden dar el mismo examen a los estudiantes – con la mitad de ellos en clases presenciales y la otra participando a través de Zoom. Cuando las evaluaciones son anunciadas, muchos de los estudiantes en línea utilizan diversas herramientas para hacer trampa en los exámenes. Photomath, es una aplicación móvil popular, que completa los problemas de matemáticas escaneando fotos y ha experimentado un mayor uso durante la pandemia del COVID-19.

A pesar que la Política de Integridad Académica no ha cambiado en la Facultad de Rutgers, desde la transición a aprendizaje a distancia, los departamentos han implementado nuevas medidas en un esfuerzo por prevenir la trampa. La Oficina de Conducta Estudiantil ha creado videos tutoriales sobre cómo completar el trabajo honestamente, y en los exámenes y tareas importantes deben escribir y firmar un compromiso de honor. La política incluye siete tipos de violaciones: plagio, engaño, y fabricación, facilitación de deshonestidad, sabotaje académico, violación de la ética de investigación o profesional y violaciones involucrando una actividad potencialmente criminal.

La trampa ha aumentado en las universidades desde que, el coronavirus ha obligado que las clases se realicen en línea. En el estado de Carolina del Norte, más de 200 de los 800 estudiantes en una sola clase Estadística 311, han sido disciplinados por trampa. La Universidad de Missouri descubrió tres diferentes casos de trampa, y cada incidente implicó alrededor de 50 estudiantes que usaron la aplicación GroupMe para compartir respuestas a preguntas de exámenes. De igual manera, 330 estudiantes fueron acusados de romper las reglas de seguridad y estarían enfrentando penas como la suspensión de un semestre.

Desde 2019, se ha producido un aumento en el número de búsquedas de dominios para participar en “fraude académico”. La frase “haz mi tarea” en Google, arroja 270 millones de resultados. Ya que un creciente número de estudiantes aprenden a distancia durante la pandemia, cientos de sitios web ofrecen hacer sus tareas o tomar exámenes por ellos. Sin embargo, estos sitios web no solo ofrecen poco contenido, sino que también convierten los navegadores de cualquier otra persona que comparte la red del estudiante, en mineros de criptomonedas o infectan literalmente sus computadoras con malware.