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Los empleados del Departamento de Educación Universitaria de Sindh alegan corrupción y nepotismo en los últimos rápidos ascensos de trabajadores de rango inferior a puestos superiores. Alrededor de 185 ascensos de los grados 1-3 al grado 11 se produjeron al amparo de normas menos estrictas, que sólo exigían una breve prueba de mecanografía por ordenador, prescindiendo de Certificados de Informática verificados. Las fuentes afirman que los ascendidos carecían de conocimientos informáticos y que el soborno influyó en el proceso. Algunos empleados que se presentaron a la prueba expresaron su frustración al ver que los que tenían conocimientos informáticos no pasaban el examen, mientras que los que no los tenían, sí aprobaban, cuestionando la legitimidad del proceso.

El Departamento de Educación de Sindh ha abierto una investigación después de que a una docente de primaria en Pakistán se le concediera la baja por maternidad tres veces en un solo año. La corrupción y la negligencia en el sector educativo estatal están muy extendidas en Sindh, con numerosos casos de escuelas y docentes fantasma. Un vídeo reveló que una escuela primaria pública de Mirpurkhas sólo existía en los papeles. Los salarios se abonaban mensualmente a docentes ficticios, mientras que en el recinto escolar había animales.

La calidad de la educación en Pakistán es sumamente deficiente en comparación con los estándares mundiales. Los niños estudian con los mismos libros que lo hicieron sus padres o tal vez sus abuelos. En Sindh, los estudiantes que no se presentan a los exámenes acaban aprobándolos. En Lahore, en los principales centros de examen situados cerca de la oficina de la junta directiva, el soborno y las trampas son prácticas habituales. Los docentes se ausentan de las clases y se concentran en seguir tejiendo relaciones con personas influyentes. El personal encargado de los exámenes cierra las aulas a quienes se niegan a acatar la rutina.

La publicación “Títulos falsos y credenciales fraudulentas en la educación superior" reúne contribuciones de autores de distintos campos y partes del mundo, presenta una visión general de diversos aspectos del fraude académico y hace hincapié en la pérdida de confianza dentro del mundo académico y entre los académicos, algo que acompaña sistemáticamente a estos casos. En el primer capítulo del libro, dedicado a las trampas en los contratos y las fábricas de textos, nos enteramos de que la industria mundial de los títulos falsos ha crecido de 1 000 millones de dólares en 2015 a 22 000 millones en 2022. Los expertos calculan que 4 700 millones de personas obtienen o han obtenido títulos falsos.

El deterioro de la situación en el sistema educativo de Waziristán del Sur exige medidas urgentes. Un docente de la división de Servaki reveló que los fondos asignados para la construcción de lavabos y zonas de recreo han desaparecido, beneficiando únicamente al Departamento gubernamental y a los propietarios de las escuelas. Además, se ha convertido en una tendencia que los propietarios de las escuelas extorsionen a los docentes, a menudo con sumas que oscilan entre las 1 000 y las 12 000 rupias mensuales por docente. Quienes se nieguen a cumplir esas exigencias serán objeto de denuncias falsas, que dan lugar a investigaciones iniciadas por el Departamento de Educación del Distrito.

El departamento de educación de Sind despidió a ocho docentes de diferentes escuelas públicas por ausentarse de sus puestos de trabajo durante los dos últimos años. Aunque vivían en el extranjero, seguían cobrando el sueldo de los centros de estudio. Los funcionarios de educación están intentando identificar a más docentes fantasma para mejorar el sistema educativo de Sind.

El departamento de educación ha hecho pública una lista de empleados fantasma en diferentes escuelas de la región, a raíz de la cual 79 empleados serán suspendidos. Entre estos empleados hay 8 docentes de secundaria, 8 de primer ciclo, 10 de primaria, 4 de lengua sindi y 2 directores, así como personal no docente. El Departamento de Educación de Sind ha declarado que el personal de las escuelas de Karachi no estuvo concurriendo a la escuela durante 8 meses, pero cobró el salario.

Un funcionario de las escuelas comunitarias de educación básica del sur del Punjab fue sorprendido vendiendo unos 3,500 libros de texto. También chantajeó a profesores de Pakpattan y Okara para que le pagaran entre 1,000 y 1,500 rupias por la entrega de libros en el almacén de material educativo. Según los informes, los profesores se quejaron varias veces a las autoridades educativas competentes, pero no recibieron respuesta.

El Tribunal Supremo de Pakistán ha ordenado el cierre de los campus ilegales de las universidades privadas de todo el país. La Universidad de Preston y la Universidad de Al Khair, han establecido campus ilegales en Karachi y Lahore, y los estudiantes se acercaron a la Comisión de Educación Superior (HEC) porque estas universidades no expedían títulos en dichos campus. El Tribunal ordenó a la HEC que concediera títulos a los estudiantes que habían salido de los campus ilegales mediante algún acuerdo especial y que aplicara estas políticas en todo el país.