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Nairobi — el ministro de Educación Superior, William Ruto, declaró que no dimitirá bajo la acusación de fraude de 96 millones de chelines keniatas que pende sobre él ante los tribunales.

Kenia ya no es considerado un país destinatario de ayuda por Canadá, declaró el nuevo Alto Comisionado del país. David Collins dijo en una entrevista que esto era debido a sobornos masivos. Mencionó el escándalo que rodeó el desfalco de 103 millones de chelines keniatas del programa de Educación  Primaria Gratuita.

Los aliados del Primer Ministro de Kenia, Raila Odinga, han declarado que boicotearán las reuniones del gabinete hasta que la disputa con el Presidente Mwai Kibaki se solucione. Los dos hombres se enfrentaron después de que Odinga suspendiera a dos ministros acusados de corrupción – decisión que Kibaki revocó sólo unas horas después. Un portavoz del partido de Odinga afirma que el Primer Ministro ya no puede desempeñar sus funciones en el gobierno de forma decorosa.

Con la reapertura de los colegios la semana pasada, los padres de niños en centros públicos de educación primaria del municipio de Kisumu le piden al gobierno que les rescate de las manos de directores desaprensivos que han convertido las escuelas en academias privadas para ayudarles a sacar dinero.

Los directores alegan que el número de plazas que se les ha pedido reservar durante el proceso de selección para ingresar a la educación secundaria [Form One selection]  es enorme y sospechan motivos alarmantes de parte del Ministerio de Educación. Funcionarios del ministerio declararon que esta política se adoptó a fin de atender a los hijos de los diplomáticos que retornan al país y otros casos especiales que merecen atención.

La corrupción todavía reina entre la mayor parte de los funcionarios de la Comisión para el Servicio Docente (Teachers Service Commission – TSC en inglés), según indica un informe emitido por Transparencia Internacional. Los puntos críticos que se identificaron para que se dieran potencialmente casos de corrupción serían los referidos a la contratación, destino y promoción de profesores. Por otro lado, el estudio indicaba como positivo que se estaban haciendo mayores esfuerzos en conseguir que los criterios de selección fueran más objetivos.

Un total de 231 estudiantes han obtenido sus certificados de grado de una universidad de Nairobi que no cuenta con autorización oficial para actuar como tal. Consecuentemente existe el riesgo de que los certificados no sean válidos. El Gobierno no hizo nada en su momento para evitar que estos estudiantes continuaran con un costoso programa de cuatro años de duración.