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Los estudiantes de la Escuela de Magisterio de Masvingo, afirman que los profesores del programa de estudios profesionales y del programa de estudios profesionales de arte exigen 10 dólares para que los estudiantes aprueben sus trabajos. Si se niegan a cumplir sus exigencias, los profesores les hacen suspender deliberadamente sus trabajos o les ponen notas más bajas. Según el director de la universidad, el asunto se está investigando.

La plataforma de matriculación académica del gobierno eMap ha estado plagada de corrupción. Una encuesta reveló que los funcionarios de las escuelas cobraban entre 100 y 250 dólares por una plaza de internado en el primer curso. Tras recibir el pago, el funcionario escolar encargado de seleccionar a los alumnos en la plataforma tendría acceso a los datos del eMap del estudiante para facilitar su reconocimiento, tras el anuncio de los resultados.

Dos profesores de la escuela de secundaria de Kwekwe fueron suspendidos después de supuestamente pedir dinero a los padres de familia para asegurar lugares en el primer curso para sus hijos. El hecho solo salió a la luz pública en el día de la inauguración, cuando autoridades escolares descubrieron que había una clase adicional de 30 estudiantes, lo que llevó al director a lanzar una investigación.

Transparencia Internacional de Zimbabue informa que muchos estudiantes son presionados a tener sexo a cambio de buenas notas, y cuando tienen la valentía de reportarlo, con frecuencia la justicia es difícil de obtener. La sextorsión, donde la modalidad del soborno es el sexo y no dinero, todavía no es reconocida como una forma de corrupción en las universidades de Zimbabue, donde no tienen una política clara para identificar y abordar dichos casos. No existe un marco jurídico que reconozca la sextorsión como una forma de corrupción, y la policía tiene una comprensión limitada de la misma.

En 2017, un estudio de la Fundación de la Red de Estudiantes Femeninas de Zimbabue, señaló que los empleados masculinos de los campus han acosado sexualmente al 74% de las estudiantes en la educación superior de todo el país. Según un consultor de la educación en salud de las Naciones Unidas, muchas instituciones de aprendizaje superior no tienen políticas ni programas establecidos para tratar con el acoso sexual y, aun cuando existen las políticas, las estudiantes no reportan estos casos de acoso, por miedo.

Los estudiantes universitarios en Zimbabue están cansados de las “posturas fraudulentas” tomadas por el gobierno y de las promesas en vano de recibir sus prestaciones de US$100 para vivir. Según el secretario general del Sindicato Estudiantil Nacional de Zimbabue, el ministro anterior de la educación superior y terciaria, y su delegado están siendo investigados por la posible desviación de fondos que habían sido destinados para los estudiantes universitarios.

La falsificación o la compra descarada de certificados, diplomas y licenciaturas falsas son unas de las más crudas formas de fraude académico en Zimbabue. Expertos dicen que la contratación de individuos, con credenciales fraudulentas puede convertirse en un fiasco de relaciones públicas, tanto para compañías privadas como para el gobierno. Según el representante del ZIMSEC (Consejo de Exámenes Escolares de Zimbabue), el organismo de exámenes ha estado trabajando con empleadores a nivel nacional para verificar las credenciales académicas; descubriendo un número sorprendente de trabajadores con certificados de colegios y universidades falsos.

Un juzgado de Harare ha declarado que el vice-canciller de la Universidad de Zimbabue debe responder por qué le otorgó “corruptamente” un diploma de doctorado a la ex primera dama en 2014. El fallo llega en un momento cuando el Ministerio de Educación Superior y Terciaria, Ciencias y Desarrollo de Tecnología ha presentado una denuncia ante del Fiscal General, diciendo que no tiene nada que ver con el caso ya que considera que es un asunto académico que debe ser resuelto por el senado o consejo universitario.

El vicerrector de la Universidad de Zimbabue fue arrestado por presuntamente otorgarle deshonestamente a la ex primera dama un diploma de doctorado en filosofía en el 2014. Otro profesor de la misma universidad, quien supervisaba el trabajo de la ex primera dama, también se encuentra bajo investigación. Desde el 2014, han habido denuncias que el diploma era falso, pero no se tomó ninguna medida mientras su esposo estaba en el poder; sino que fue hasta noviembre cuando él fue obligado a renunciar como Presidente de Zimbabue.