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La Comisión de Becas Universitarias (UGC) ha publicado el proyecto de reglamentos del 2017 de la UGC (Fomento de Integridad Académica y Prevención de Plagio en Instituciones de Educación Superior). Como el nombre sugiere, el objetivo del proyecto es crear concientización académica sobre la conducta de investigación responsable y la prevención de la mala conducta, incluyendo plagio en la escritura académica. El proyecto también busca establecer mecanismos institucionales para promover la integridad académica y desarrollar sistemas para detectar y prevenir el plagio.

El Ministro de Ciencias y Tecnología de Taiwán ha declarado que organizará una Oficina de Investigación de La Integridad para obligar a científicos a estándares académicos éticos. Lo anterior, a raíz de un escándalo de fraude académico en la institución más importante del país, la Universidad Nacional de Taiwán o NTU, la cual ha dañado gravemente su reputación de investigaciones. La oficina creará una base de datos de diferentes tipos de infracciones de estándares académicos, incluyendo plagio y fraude. El Ministro de Educación de Taiwán también anunció una modificación a las normas, forzando a catedráticos acusados de fraude académico a renunciar a premios honorarios o monetarios otorgados por el ministerio, y regresar fondos que ya fueron recibidos.

El Ministerio de Educación de Japón está en el banquillo de los acusados al descubrirse que presionó a universidades para contratar a oficiales a punto de retirarse, una práctica conocida como amakudari (descenso del cielo) que está oficialmente prohibida en Japón. A finales del 2016, surgió evidencia condenatoria en el caso de un oficial del ministerio que se retiraba y que fue contratado por la Universidad de Waseda. El ministerio intentó esconder su involucramiento, distribuyendo respuestas a preguntas anticipadamente para que todos los involucrados pudieran coordinar una historia de negación.

Para poder asegurar el desarrollo saludable académico, tienen que haber cambios fundamentales en el sistema de incentivos académicos de China. Deben alejarse de los métodos actuales de juzgar a investigadores por el número de publicaciones en diarios de alto nivel. El método lleva a algunos a perseguir números mientras ignoran la integridad académica. Con profundas raíces en tradiciones culturales chinas y una tierra fértil que alimenta la corrupción, la batalla de China en contra de la mala conducta en investigaciones, está condenada a ser ardua.

Las universidades más poderosas de Australia se han puesto de acuerdo sobre los estándares de admisión universitarios, recomendando cambios totales a raíz de la investigación de Fairfax Media, donde se cuestionó la integridad del sector. Se han admitido a casi 99% de los candidatos a títulos en las universidades de Nueva Gales del Sur, a pesar que no cumplieron con el mínimo de los puntajes de ATAR publicados para el curso.

El reciente incremento de universidades en Asia del Este ha impresionado grandemente al mundo académico. Sin embargo, se han utilizado varios términos para describir la cultura académica en dichas universidades, tales como: integridad, ética, mala conducta y hasta corrupción. La cultura académica ha sido citada como un impedimento significativo en la educación superior de Asia del Este para alcanzar el estatus de liderazgo mundial. La cultura académica tóxica es otra expresión del gran reto en Asia del Este: universidades todavía no han descifrado cómo combinar las “normas estándares” de la educación superior del Oeste con valores tradicionales.