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La deshonestidad académica, incluido el fraude en las disertaciones, está aumentando en las universidades de África. Sólo 24 de los 54 países africanos, cuentan con repositorios institucionales. Esto significa que las disertaciones y otras fuentes de información que pueden ser plagiadas solo existen en copias impresas. Según un profesor de Uganda, una forma de eliminar la escritura por contrato es establecer un procedimiento riguroso a lo largo del proceso de escritura y defensa de la disertación. El presidente del Sindicato de Estudiantes de África Meridional cree que pagar a los profesores unos sueldos decentes hará que disminuya el número de personas que se dedican a la escritura fantasma para los estudiantes.

Kenia tiene una industria global de escritores fantasmas en línea, ayudando a extranjeros a hacer trampa. Muchas de estas páginas web de fábricas de ensayos están basadas en Estados Unidos y Europa Occidental y las fotos del perfil de los escritores a contratar son falsas. Dan la impresión que los trabajos serán escritos por un académico del Occidente, cuando en realidad son escritas con frecuencia por un estudiante o un graduado en Kenia. A pesar de que en algunos países se están tomando medidas para prohibir servicios de venta de ensayos, todavía no está claro cuán efectivo será parar un negocio que cruza las fronteras tan fácilmente.

Según un científico de computación y experto en contratación de trampa, Kenia se ha establecido como el centro del universo de la trampa académica. La mayoría de ensayos para estudiantes universitarios se envían a estudiantes británicos con la garantía que sus tareas no contienen plagio y que son anónimos. En un intento por frenar a los tramposos y después de la presión del gobierno británico, PayPal anunció que bloquearía los pagos que se hicieran a estas fábricas de ensayos.

Pedagogos de Nairobi piensan que un gran número de estudiantes universitarios buscan los servicios de otras personas para que les escriban sus trabajos de clase y sus tesis, minando así la calidad de las instituciones de educación superior. Al parecer dichos negocios académicos fraudulentos se están multiplicando por todas las universidades. Si bien este tipo de negocio no es un nuevo fenómeno, sí lo es el hecho de que estén creciendo al mismo ritmo que el número de estudiantes inscritos en las universidades.