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La semana pasada, el Comité de Cartera Parlamentaria en Relaciones Exteriores entrevistó a tres agencias que reclutan y ofrecen becas a estudiantes locales, para estudiar en el extranjero. La reunión tuvo lugar ante revelaciones que un número de ciudadanos de Zimbabue habían caído en las garras de agencias de dudosa reputación. Basadas en Harare, dichas agencias ofrecen becas universitarias falsas para estudiar en Chipre, y los alumnos terminan varados en medio de la isla. Muchos de estos estudiantes acaban involucrándose en actos criminales y prostitución para poder sobrevivir y pagar su matrícula. El Gobierno de Zimbabue actualmente está buscando la libertad y extradición de tres estudiantes que se encuentran detenidos en la prisión de Chipre por tráfico de drogas.

Se han hecho demandas al gobierno para tomar mejores acciones cuando estudiantes universitarios surgieron como los blancos principales del esquema de fraude Ponzi. Esto, tras al menos 4,000 estudiantes de una universidad fueron amenazados con ser expulsados después que desviaron sus cuotas de matrículas sumando un total de US$6.5 millones en un esquema de internet Ponzi, el cual desde entonces ha suspendido sus operaciones sin explicación. En la Universidad del Estado Osun, más de 4,000 estudiantes recibieron notificaciones que serían expulsados de la universidad si para finales de febrero no pagaban las cuotas de matrículas pendientes. En una época de recesión económica severa, la pérdida de inversiones añade presión sobre los padres de familia, quienes muchos son víctimas del alto índice de desempleo masivo en Nigeria.

Un nuevo reporte dice que la corrupción mundial en sistemas educativos, recarga al pobre desproporcionadamente. Transparencia Internacional dijo en una encuesta publicada el 1 de octubre, que casi 1 en 5 personas a nivel mundial pagaron sobornos de servicios educativos el año pasado.

Una mezcla entre pobreza endémica y corrupción en el sistema educativo, así como los abusos del gobierno, son algunos de los factores que no han permitido que los niños de zonas rurales no tengan acceso a la educación básica. La inversión en educación básica es crucial para el futuro desarrollo, puesto que el 40% de la población de Honduras está por debajo de los 14 años de edad.