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A pesar de las promesas de grandes reformas en la educación hechas por el nuevo presidente, el sistema soviético sigue funcionando. Muchos alegan que los burócratas que participan en la renovación de las escuelas frecuentemente firman contratos dobles con empresas constructoras extranjeras, deliberadamente concebidos para permitir que una gran proporción de los costos que figuran en los contratos desaparezcan. Además, los sobornos se siguen considerando como un segundo prerrequisito para la admisión en la universidad, tras las notas obtenidas en los exámenes de ingreso estandarizados.

Desde que asumió sus funciones en el Kremlin el mes pasado, el presidente Medvedev ha hecho una prioridad del combate contra lo que denomina "nihilismo legal" en Rusia. Se ha iniciado una campaña para limpiar las cortes de jueces corruptos y en el sitio en la Web del Kremlin se han publicado cartas del público quejándose de la corrupción. Al informar sobre los resultados en San Petersburgo, el diario Kommersant dijo que 83% de 200 estudiantes de la facultad de derecho habían sido desaprobados en sus exámenes. Se esperaba que algunos que habían recibido nota 2 –la más baja– egresarían con "diplomas rojos" o distinciones. Entre los que habían fracasado se encontraban estudiantes que habían pagado sus derechos de escolaridad.

La Dirección del Departamento para la Prevención de Delitos Económicos del Ministerio del Interior declaró en julio de 2006 que existían 210 casos de soborno registrados en distintas instituciones de educación superior ese año, de las cuales 11 de ellas eran en Kiev. El número de casos investigados parece ser solo la punta del iceberg.

Un tercio de los profesores de la Universidad de Derecho de Kragujevac, su decano y el asistente del ministro de educación superior fueron objeto de sobornos. Este escándalo sin precedentes siembra la duda sobre el valor de algunos diplomas de abogados y la calificación de algunos jueces.

El parlamento aprobó una prueba nacional de elección múltiple estandarizada destinada a los alumnos de educación secundaria. Ésta sustituirá los exámenes de admisión escritos y orales que ahora dejan amplio margen a la calificación subjetiva y el soborno. El nuevo instrumento deberá entrar en vigor en 2009.

Según un informe de la Cámara Pública de Rusia, la corrupción está tan extendida que podría amenazar la estabilidad política del país. Los analistas evalúan en miles de millones de dólares la escala de la corrupción. Los sobornos son moneda corriente en la vida cotidiana de los rusos, quienes pagan desde unos cuantos dólares por una infracción de tránsito hasta miles de dólares para asegurar una buena educación a sus hijos

Un miembro del personal administrativo de una escuela ha sido condenado a 8 meses de prisión en la magistratura este por aceptar un anticipo de 100.000 dólares americanos por renovar el contrato con una empresa de limpieza por sus servicios por períodos más largos sin el consentimiento de la propia escuela. El acusado debe pagar 15.600 de dólares como indemnización a la escuela.

El presidente ejecutivo del Consejo Nacional Examinador (en inglés National Examinations Council - NECO) ha autorizado a los funcionarios del consejo a que acepten sobornos ofrecidos por estudiantes o padres que estén en situaciones desesperadas. La medida pretende así salvar la vida del personal del NECO que se ven sujetos a frecuentes y a veces mortales ataques por personas desesperadas por aprobar su Examen de Certificación de Enseñanza Secundaria por cualquier medio. En los dos últimos años, se han dado casos en los que se ha arrojado ácido a los funcionarios del NECO.

Un programa piloto llamado 'Lucha contra la corrupción a través de las escuelas' enseñará a estudiantes y padres a identificar y actuar contra actos fraudulentos en sus escuelas y en otros ámbitos de la sociedad. La mayoría de los funcionarios de Camerún, incluyendo a los profesores, ganan bajos salarios y dependen de sobornos para alimentar a sus familias.

En la primavera de 2004 se llevaron a cabo una serie de entrevistas con 43 rectores, vicerrectores y administradores en cinco universidades privadas. Se llegó a una conclusión general, y es que para llegar a obtener una matrícula o una solicitud de acreditación, con muy pocas excepciones, se necesitaba algún tipo de soborno. Una matrícula podría requerir un soborno de unos 200 dólares americanos, que es como el salario medio correspondiente a dos meses de trabajo de cualquier académico – mientras que para una acreditación podríamos estar hablando de una "gratificación" 10 o 20 veces mayor.