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Desde que asumió sus funciones en el Kremlin el mes pasado, el presidente Medvedev ha hecho una prioridad del combate contra lo que denomina "nihilismo legal" en Rusia. Se ha iniciado una campaña para limpiar las cortes de jueces corruptos y en el sitio en la Web del Kremlin se han publicado cartas del público quejándose de la corrupción. Al informar sobre los resultados en San Petersburgo, el diario Kommersant dijo que 83% de 200 estudiantes de la facultad de derecho habían sido desaprobados en sus exámenes. Se esperaba que algunos que habían recibido nota 2 –la más baja– egresarían con "diplomas rojos" o distinciones. Entre los que habían fracasado se encontraban estudiantes que habían pagado sus derechos de escolaridad.

Según un estudio publicado en el número de febrero de la Comparative Education Review, la corrupción en la educación en la ex URSS y otros regímenes ex comunistas ha aumentado desde fines de la Guerra Fría. Entre los problemas inmediatos que tienen los estudiantes está el de la devaluación de los diplomas, lo que afecta su poder adquisitivo. La devaluación de los diplomas tiene graves implicaciones de política internacional, degrada al conjunto del sistema social de esos países y disminuye la posibilidad de que los graduados mejoren su nivel económico.

El parlamento aprobó una prueba nacional de elección múltiple estandarizada destinada a los alumnos de educación secundaria. Ésta sustituirá los exámenes de admisión escritos y orales que ahora dejan amplio margen a la calificación subjetiva y el soborno. El nuevo instrumento deberá entrar en vigor en 2009.

Revelaciones aparecidas en la edición rusa de la revista Esquire han producido una cierta agitación entre funcionarios de educación y salud tras detallarse en dicha publicación casos de corrupción en seis escuelas médicas. La revista publicaba en abril nueve artículos breves escritos por estudiantes de medicina en los que describían las distintas maneras en las que podían pagarles a los profesores a cambio de un aprobado en los exámenes.

Una buena nota en los nuevos exámenes de estilo SAT (examen de aptitud de Estados Unidos cuyas siglas en inglés corresponden a Scholastic Aptitude Test ) en Rusia cuesta unos 40.000 rublos. ¿Podrían la reforma y las medidas enérgicas contra la corrupción retirar a la educación del borde del abismo?

En algunas universidades, estafadores académicos están obteniendo doctorados; gracias a la distribución de tesis poco fiables, dice el fundador del grupo de presión anti-plagio. La magnitud de fraude doctoral en Rusia puede ser atribuido a la reproducción de disertaciones casi idénticas entre universidades. El grupo anti-plagio Dissernet dice haber identificado 3,500 tesis falsificadas en los pasados dos años.

Uno de cada siete estudiantes rusos admite sin reparos haber copiado en sus exámenes universitarios, y uno de cada 25 estudiantes también admite haber pagado a alguien por hacerle al menos uno de sus trabajos escritos de mitad de trimestre o de final de curso, según el Proyecto de Monitoreo de los Mercados y Organizaciones de Educación (en inglés Monitoring of Education Markets and Organizations Project - Memo) que se realiza cada año, en base a respuestas recibidas de casi 3.000 estudiantes universitarios rusos en 2013.

En diciembre del 2015, un miembro importante del partido en poder de Rusia, fue acusado de plagiar una gran parte de su disertación de economía. Pero lo más raro del presunto plagio, no fue su falta de defensa, sino que al público ruso pareció no importarle. De hecho, el Presidente del Estado es uno de más de 1,000 altos funcionarios rusos que han sido encontrados culpables de plagio. Los acusados han sido políticos, jueces, fiscales, oficiales de la policía, hasta rectores de universidades.

La Federación de Rusia empezará a probar un sistema de exámenes estatales este año, similar en formato al SAT de los Estados Unidos, cuyo objetivo es reducir la corrupción y crear un acceso equitativo a la educación superior. Se planea implantar una única prueba a nivel nacional en 2004.

Se dice que el Rector de la Universidad de Estado de Cultura y Artes ha repartido 130 falsos diplomas de derecho entre 2001 y 2004 a cambio de sobornos por un monto de RUR300,000.