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En un intento de disminuir el ausentismo tanto de docentes como de alumnos, la escuela Mengo Senior instauró un sistema biométrico diseñado para controlar los movimientos de entrada y salida de alumnos y personal.

En un distrito rural de Uganda, casi la mitad de los profesores faltaban a clase un día normal. La Red Africana para la Prevención y Protección contra el Abuso y la Negligencia contra los Niños (ANPPCAN) formó a unos cuantos líderes estudiantiles en cada escuela para que pasaran lista a todos, incluidos los profesores. Como resultado, el absentismo de los profesores ha descendido al diez por ciento en este distrito.

Dos de las más prestigiosas instituciones de educación secundaria fueron acusadas de enviar a los estudiantes a sus domicilios más temprano a fin de aumentar sustancialmente sus ganancias y las asignaciones a los profesores, manteniendo a los niños en la escuela los días feriados y pidiendo a los padres que paguen dos veces los derechos de escolaridad por un período de estudios.

El parlamento decidió que las escuelas no podrán cobrar derechos de escolaridad a los estudiantes que se benefician del programa de educación secundaria universal. La comisión también decidió investigar sobre el fraude en los exámenes, la fuga de recursos y la anulación de los resultados del "O level". De ahora en adelante, cuando se considera que un candidato ha fraguado en una prueba, se anula todo el examen.

Los resultados de los últimos exámenes para obtener el Uganda Certificate of Education muestran que 2.742 estudiantes cometieron fraude y no fueron aprobados, y siete escuelas perdieron su calidad de centros de examen. Asimismo, en el mundo empresarial se ha encontrado que muchos ejecutivos carecen de las calificaciones requeridas, incluso en profesiones tan exigentes como la abogacía. Un juez tuvo que renunciar por haber traficado sus títulos universitarios en la década de los noventa.