El Consejo Nacional de la Educación Superior ordenó la clausura de la Luweero University y la Central Buganda University (CBU). El Consejo anunció asimismo que las universidades Namasagali y Fairland tienen plazo hasta diciembre para mejorar sus instalaciones o enfrentar la clausura. El director adjunto del Consejo afirmo que han escrito al Inspector General de la Policía para que proceda al cierre. "La Luweero University y la CBU son ilegales y los estudiantes que las frecuentan lo hacen a su propio riesgo. El Consejo no las reconoce como universidades y hemos pedido a la policía que las clausure". Ambas universidades tienen más de 2.000 estudiantes cursando administración de negocios, trabajo social y administración social, así como informática.

La Universidad de Makarere (Uganda), una de las más prestigiosas de África, podría revocar 200 títulos otorgados en los últimos años, después que un comité encargado de investigar el fraude académico descubrió que algunos estudiantes se matricularon sin reunir los requisitos de admisión.

Tras varios informes periodísticos que señalan que miles de egresados de la Universidad de Makerere podrían haber cometido fraude, varios empleadores han recurrido a la oficina de transcripción para verificar los títulos universitarios. Según un empleado de la Oficina de Registro Académico, banqueros, funcionarios de aduana y periodistas han conseguido puestos que nunca deberían haber obtenido.

El parlamento decidió que las escuelas no podrán cobrar derechos de escolaridad a los estudiantes que se benefician del programa de educación secundaria universal. La comisión también decidió investigar sobre el fraude en los exámenes, la fuga de recursos y la anulación de los resultados del "O level". De ahora en adelante, cuando se considera que un candidato ha fraguado en una prueba, se anula todo el examen.

Los resultados de los últimos exámenes para obtener el Uganda Certificate of Education muestran que 2.742 estudiantes cometieron fraude y no fueron aprobados, y siete escuelas perdieron su calidad de centros de examen. Asimismo, en el mundo empresarial se ha encontrado que muchos ejecutivos carecen de las calificaciones requeridas, incluso en profesiones tan exigentes como la abogacía. Un juez tuvo que renunciar por haber traficado sus títulos universitarios en la década de los noventa.