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Un escándalo de engaños protagonizado por estudiantes que concurrían a algunas de las universidades más prestigiosas de Japón ha sacudido a la nación y despertado un movimiento nacional de análisis de conciencia sobre los jóvenes y de búsqueda de maneras adecuadas de tratar la falta de honestidad. Los tramposos utilizaban un tablón de anuncios virtual para formular preguntas durante la celebración de las pruebas de ingreso.

La Universidad de Tokio va a revisar su procedimiento de evaluación de las tesis y aplicar medidas contundentes de castigo contra cualquier persona que se demuestre que haya plagiado el trabajo de otra, en palabras del Presidente de la universidad. Este aumento del control y endurecimiento de las sanciones vienen después de que el mes pasado la universidad hiciera efectivo el despido de un profesor adjunto turco y revocase su doctorado tras descubrir que había falsificado sus credenciales académicas y plagiado la mayor parte de su tesis doctoral.