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En lugar de seguir la normativa nacional para la concesión de títulos académicos honoríficos, la Universidad Estatal de Yakarta (UNJ) decidió aprobar sus propias normas. Aunque los políticos quieren los títulos académicos para impulsar su imagen y reputación públicas, les preocupa más su carrera que la propia universidad. "Normalmente, después de la ceremonia de concesión del título, llegan fondos o proyectos de la oficina del becario", dijo un profesor de alto nivel.

Las partes interesadas en la educación critican la decisión del Gobierno Federal (FG) de gastar 999 millones de nairas a los alumnos de las escuelas primarias públicas en el marco del Programa Nacional de Alimentación Escolar en Casa. Las investigaciones revelaron que algunos estudiantes negaron la existencia del programa, mientras que los vendedores de alimentos afirmaron que el programa se había convertido en un medio para que los funcionarios públicos malversaran los fondos públicos, ya que no recibieron lo que el gobierno les había prometido.

La Fiscalía de Estados Unidos arrestó a una enfermera especializada, por cargos federales de fraude electrónico, fraude en la ayuda financiera y robo de identidad agravado. Utilizó la información de los médicos y falsificó firmas para certificar diagnósticos de discapacidad que consiguieron la descarga de más de 10,5 millones de dólares en préstamos para al menos 125 personas. Defraudó el programa de condonación por incapacidad total y permanente del Departamento de Educación federal, que alivia los préstamos estudiantiles de quienes sufren discapacidades físicas o mentales permanentes.

La Universidad de Ciencia y Tecnología de Chung Chou (CCUT) ha estado obligando a estudiantes de Uganda a trabajar en fábricas durante largas horas, para pagar las deudas contraídas al no recibir las becas prometidas. La universidad estaba en observación por problemas de calidad desde 2015 y, con este nuevo caso, -el comité asesor sobre escuelas privadas pidió al Ministerio de Educación sanciones más duras contra la CCUT, a la que ya no se le permite reclutar nuevos estudiantes, ni extranjeros ni nacionales. Un grupo de profesores pide que se aceleren las auditorías de credenciales Según el Tribunal de Crímenes Académicos, el sistema educativo de Liberia está repleto de una multitud de "falsos titulados" que a menudo se hacen pasar por académicos. Se están realizando auditorías de diplomas, en la Asociación de Profesores de la Universidad de Liberia, después de que dos académicos fueron acusados de tener títulos falsos.

El FBI ha denunciado que los proveedores de comidas patrocinados por Feeding Our Future, con sede en Minneapolis, recibieron decenas de millones de dólares de los contribuyentes por alimentos que nunca proporcionaron a los niños necesitados; utilizando la mayor parte del dinero en la compra de bienes inmuebles, vehículos de lujo y otros bienes. Entre los condenados, se encuentran un reconocido director de escuela, que también dirigía varias guarderías en Georgia, varios ministros que dirigían sus propias organizaciones sin fines de lucro, que distribuían comidas y un antiguo candidato al Congreso.

La Universidad Ashford de San Diego y su empresa matriz, Zovio, han sido multadas con 22,37 millones de dólares por tácticas de admisión fraudulentas que dejaron a los estudiantes muy endeudados y sin título. Según el juez del Tribunal Superior de San Diego, la universidad hizo afirmaciones falsas sobre los resultados de la carrera, los costes y la ayuda financiera para atraer a estudiantes vulnerables a matricularse en los programas universitarios en línea.

Tres graduados de la Universidad Egerton de Kenia no pueden ofrecer sus servicios profesionalmente, ya que su licenciatura en ciencias no ha sido acreditada desde su graduación en 2019. Presentaron su caso ante la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional, solicitando 2,2 millones de KES (19.000 dólares) y que la universidad les ofrezca ocho cursos de recuperación para que puedan actualizar su título.

Una ex directora de finanzas y administradora de la Facultad de Medicina de Yale se declaró culpable de fraude electrónico y declaraciones de impuestos falsas durante un periodo de nueve años. Dirigía un negocio ilegal que consistía en la compra y reventa al por mayor de ordenadores y dispositivos electrónicos por un total de 40 millones de dólares en pérdidas para la universidad. Desde el incidente, la universidad ha trabajado para identificar y corregir las deficiencias de sus controles financieros internos.